Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 573 con la insurrección indígena. A pesar de la petición hecha por Ovando, la prohibición fue levantada ese mismo año y la Corona siguió apostando por el negocio negrero, pues garantizaba la explotación minera, principal fuente de riquezas para la monarquía castellana. Durante las dos primeras décadas del siglo xvi se introdujeron en la isla unos 900 esclavos de origen africano. En esos años no se produjeron rebeliones de importancia; a lo sumo, como ya se ha referido, algunas fugas esporádicas, probablemente motivadas por la existencia de una insurgencia nativa. Entre las razones que pueden explicar por qué no se dieron revueltas, al menos las fuentes no recogen ninguna noticia al respecto, está el hecho de que una gran parte de los esclavos trabajaban en el servicio doméstico o se dedicaban a labores que no requerían una explotación intensiva, como sucedía con el sistema de las encomiendas. Además, debido al poco tiempo que llevaban los africanos viviendo en la isla, es muy probable que la comunicación y convivencia con los aborígenes fuera escasa. Incluso se sabe que en algunos casos se prohibieron las uniones entre esclavos negros y mujeres indígenas, por lo que apenas hubo relaciones interraciales. A ello habría que agregar la limitación que suponía la cuestión idiomática, que dificultaba la integración de los dos colectivos oprimidos. El tema lingüístico fue fundamental en el comportamiento de la población esclava. Los límites que imponía la inexistencia de un lenguaje común eran promovidos por la misma clase dirigente de la colonia, que trataba de impedir la comunicación incluso entre los esclavos. Fue por ello que tanto colonos como encomenderos pidieron a la Corona que no permitiera el ingreso de ladinos a Santo Domingo, pues a estos se les facilitaba una mayor comunicación con el resto del colectivo. La ausencia de identificación entre negros e indios se mantuvo en el tiempo, aunque por razones distintas, sobre todo porque los naturales de la isla veían a los africanos como parte de la conquista y, por tanto, como extranjeros y parte del problema. A partir de 1540, sin embargo, se producen coincidencias entre ambos colectivos sociales, aunque no se trataba de indios naturales sino de esclavos traídos desde Tierra Firme y otros lugares del área antillana. Estos esclavos no vivían en aldeas ni en barracones, sino que formaban parte del séquito de sus amos, y se les dispensaba un trato distinto. La sobreexplotación intensiva en las plantaciones cañeras y la coexistencia en ellas de contingentes importantes de mano de obra esclava fue la clave para que entre los esclavos negros surgiera una cultura beligerante, 6 al extremo que algunos funcionarios de Santo Domingo llegaron a decir:

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