Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

635 Capítulo 15 Arquitectura colonial Eugenio Pérez Montás El período colonial se inicia con el descubrimiento de 1492, cuando la ci- vilización europea se implanta en el Nuevo Mundo. Desde entonces se instaló un sistema político-administrativo superpuesto, y aparecieron en la cartografía, provincias, capitanías y virreinatos que subdividieron el territorio conquistado y evangelizado. La isla y la ciudad de Santo Domingo se convirtieron en el epi- centro de aquel universo complejo de pueblos amerindios antillanos y antiguas civilizaciones continentales que contaban con su propia arquitectura y urba- nismo, además de métodos, tecnologías, estilos, modalidades de pensamiento y valores culturales. La interrelación de fórmulas vernáculas y depurados mo- delos importados de arquitectura culta crearon estructuras nuevas, modelos que se aplicaron en ciudades, asentamientos mineros y agrícolas, ingenios y factorías, o haciendas rurales. Se levantaron caseríos, aldeas, pueblos de fronte- ra y capitales regionales que fueron dotadas de acueductos, puentes, acequias, canales, estructuras militares de defensa, hospitales y plazas mayores. Los navegantes que arribaron, impacientes, en diciembre de 1492, al Caribe del norte venían en plan de dominio. Como no sabían qué hacer ni dónde ir, improvisaron, confiando en el destino y en la Divina Providencia. Mientras descubrían, asombrados, les acometió la prisa por regresar, no sin antes crear un frágil asentamiento fortificado que denominaron Navidad. En un segundo viaje, después de volver al punto de partida, retornaron prepara- dos para construir. Embarcaron recursos humanos y materiales para fundar aquella villa que se llamó La Isabela, establecida en un sitio inapropiado, pro- ducto de una decisión precipitada del primer Almirante. Años después, hacia 1498, la villa fue abandonada.

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