Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historiografía dominicana 100 Una obra mayor aislada La Iglesia Católica había sido una institución de la mayor importan- cia durante la colonia, lo que llevó a Carlos Nouel a emprender el estudio de su trayectoria. Nouel, quien terminó su vida como canónigo tras una carrera de letrado conservador, jugó un papel importante en la adopción de los códigos franceses, y en las décadas ulteriores a la Restauración fue un político de controversial protagonismo. 95 Retirado de la política tras el triunfo de los azules, su devoción religiosa lo motivó a la redacción de su monumental obra. 96 En vida suya salieron dos tomos, mientras que el tercero fue completado por su hijo Adolfo Alejandro Nouel, arzobispo desde 1906, tras la muerte de Meriño. Carlos Nouel abrevó en los archivos eclesiásticos, entre los cuales valorizó el del Arzobispado, contentivo de los documentos más antiguos conservados en el país. De particular valor son las correspon- dencias de los párrocos y otros sacerdotes. Contó con la ayuda de su hijo, dignatario de la Iglesia que cursaba estudios en Roma, para disponer de documentos que iluminaban aspectos de los tiempos antiguos. Nouel fue un continuador de García en la búsqueda de acervos documentales dispersos, lo que le confirió a su obra una entidad técnica que solo era conocida en García y Del Monte. En verdad, la Historia eclesiástica no tuvo solo un valor erudito, sino que se plasmó como un tratado general de la historia del país, cierto que menos atento a la política que el de García, pero que no dejaba de complementarlo en ese campo y en otros relativos a décadas de muy escasa información docu- mental, entre las últimas del xviii y las iniciales del xix . Pese a su formación como letrado conservador, ya desde las postrimerías del xix , Nouel se insertó en el entorno del liberalismo sistémico, por lo que su obra se distinguió netamente de la de los conservadores, incluido Galván, pero no tuvo las motivaciones democráticas de los típicos exponentes del libe- ralismo narrativo. Con el horizonte puesto en la narración de hechos, al igual que otros autores, no le interesó indagar en las problemáticas sociológicas que, en la época en que escribía, eran ya características de los positivistas, como se verá de inmediato.

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