Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 111 centró su crítica hacia la acción del Estado, depositario de la síntesis de todos los males. Al oponerse a la modernización capitalista, Bonó se aferraba a los moldes económico-sociales en torno a los cuales se había gestado el colectivo nacio- nal. Implicaba hasta cierto punto un retorno al pasado. Pero no a todo pasado, porque, afín con sus convicciones liberales, fue un crítico de las injusticias del colonialismo, pese a reconocer la génesis hispánica de los procesos posteriores. Su propuesta de reorganización no descartaba la presencia del capitalismo, pero siempre y cuando no conllevase la devastadora proletarización. No hay indicios de que asumiera la teoría socialista, de seguro porque la veía descon- textualizada de un país en extremo atrasado y porque no encontraba efectos auspiciosos en las protestas que escenificaban los trabajadores en los países desarrollados; y segundo, porque rechazó todo esquema político que redujese el ámbito de la autonomía de los sujetos. Dirigió el núcleo de su propuesta a una reforma intelectual que renovara la creatividad del colectivo, junto a una recomposición de las relaciones sociales precapitalistas. 114 La historia pasada del país, aseveraba, ofrecía ejemplos aleccionadores de capacidad perdida para hallar soluciones. Hostos: una teoría de la Historia aplicada al pasado dominicano En 1879 se radicó en el país el pensador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, quien acogió la oferta que le hizo su amigo Gregorio Luperón, pre- sidente provisional, para que reorganizara la educación. Poco después fundó la Escuela Normal, con el fin de hacer realidad, por medio de la formación de una legión de maestros, la «revolución educativa», según él la única que faltaba por intentar en el país. En la Escuela Normal o en las cátedras en el Instituto Profesional, Hostos trató áreas del saber novedosas, alrededor de las cuales transmitió sus con- cepciones acerca de la sociedad y la historia. Con el tiempo, haría propuestas acerca de la historia dominicana de acuerdo con los conceptos analíticos y expositivos por los que abogaba. Estas ideas impactaron el entorno cultural y dieron pie a la gestación de una corriente de pensadores e intelectuales que encontraron en el positivismo el recurso teórico para la intelección de la rea- lidad nacional. El núcleo de su doctrina se derivaba de la aplicación del positivismo y de la vertiente organicista de Herbert Spencer. 115 Consideraba a la sociedad como un todo integrado que operaba de acuerdo a un símil orgánico. La sociedad se dividía en apartados, que incluían una estática y una dinámica,
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