Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historiografía dominicana 126 haitiana –argumento crucial para su validación del trujillato–, lo remonta a los orígenes de la cuestión fronteriza, en un texto sustentado en abundante documentación. 149 En el clímax de su función hagiográfica, toda su labor se centró en for- mular un alerta acerca del peligro de la comunidad haitiana, constituida alrededor de principios antinómicos, como la africanía, la Ilustración y el espíritu revolucionario. Extendió tal peligro a toda fórmula filosófica de la modernidad, en particular al positivismo, aunque apuntaba hacia el co- munismo. Usó el enfoque culturalista para argumentar que la introducción del positivismo por Eugenio María de Hostos había sido el origen de los males experimentados entre finales del siglo xix e inicios del xx , cuando sus discípulos pretendidamente controlaban el poder. 150 Aseveró que el princi- pal daño hecho por Hostos fue la prédica anti-hispánica, enmendada por Trujillo. En uno de sus últimos escritos, la presentación de la Historia de Santo Domingo de Américo Lugo, cuestiona a Hostos por ser responsable del «pe- simismo desolador» que dice existía en las propuestas originales del discí- pulo. En contrapartida, ensalza el giro dado por Lugo en 1916 a favor de la revalorización del legado hispánico, como el origen de una comprensión nueva de la historia dominicana. Peña Batlle efectúa una maniobra para presentar su hispanismo reaccionario como proveniente de la afirmación de la hispanidad por Emiliano Tejera y su aceptación por parte de un segundo Lugo. El régimen de Trujillo no hizo más que cuestionar las tesis de Hostos y de los liberales, y aplicar el espíritu conservador expuesto por Tejera y Lugo. Peña Batlle, al mismo tiempo, se autoafirmaba como el guía intelec- tual del orden despótico. Esta última implicación tal vez no resultó del agrado de Trujillo. Peña Batlle cayó en desgracia, se encerró y murió con aparente melancolía, acaso en su fuero íntimo arrepentido de haber servido al tirano. 151 Un año después de su muerte el régimen organizó una encuesta en El Caribe , en la cual se con- sultaba a intelectuales reconocidos sus opiniones acerca de la diatriba contra Hostos. 152 Casi todos respondieron mediante una valoración positiva de la obra de Hostos, aunque reconocían que su vigencia había cesado durante la Era de Trujillo. El propio régimen, mediante su elenco intelectual, en cierta forma deshacía el entramado tejido con tanto fervor por Peña Batlle.
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