Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 129 Postulaba que el mérito básico de Trujillo, que justificaba la adhesión al régimen, era haber gestado la conformación del Estado moderno, del cual dependía la realización de la comunidad nacional. 161 Esto, a su vez, permitió un proceso de integración socio-cultural, gracias a la álgida solución a los pro- blemas consuetudinarios de las clases trabajadoras. Aseveró, nada más y nada menos, que por primera vez el ordenamiento estatal obedecía a los intereses de las clases trabajadoras. Trujillo había sabido utilizar el control del Estado para superar un estadio arcaico de las clases superiores en beneficio de la mayoría. Antes de Trujillo, los sectores dirigentes no traspasaban la condición de rentistas pasivos o negociantes enquistados en actividades que no entrañaban avances económicos. 162 Por su parte, los trabajadores carecían de las condiciones para emprender políticas autónomas, resultado de su débil estructuración y bajos niveles culturales. Así, tanto por el lado de las clases dirigentes como de las sub- alternas, por medio de una acción estatal acertada, Trujillo había llenado vacíos sempiternos. El país se había enrumbado por una senda totalmente divergente de la característica antes de 1930. Estos son los planteamientos que subyacen en el fondo de su obra postrera e inconclusa, terminada por César Herrera tras su asesinato. 163 Estaba abierto un progreso sustancial de nuevo género, fundamen- to de un orden sin precedentes y llamado a trascender. Edición de fuentes e intereses prioritarios Para afianzar los conceptos acerca de la historia dominicana, el régimen aupó la publicación de textos y fuentes. Para tal fin fue instrumentalizada la Academia Dominicana de la Historia, desde cierto momento alineada con el régimen, en la que se congregaron casi todos los historiadores reconocidos. En parte para fines similares, aunque dirigido al control administrativo del acervo documental, en 1935 fue fundado el Archivo General de la Nación. Ambas entidades se especializaron en compilaciones de fuentes. De hecho, emanó una orientación acerca de temáticas deseables, producto de las necesi- dades de legitimación. No necesariamente el régimen imponía criterios en los estudios de estos temas, pero el hecho mismo de que se ventilaran implicaba una acción cultural que lo legitimaba. En principio, en las recopilaciones documentales destacaron varios temas sobresalientes desde el ángulo del régimen: la revalorización de la colonia, la con- traposición con Haití y la historia financiera. Se publicaron corpus , producto de misiones en archivos del exterior, sobre todo España, y recopilaciones de docu- mentos del AGN y otros archivos públicos. El mayor antecedente de la edición de fuentes lo llevó a cabo Máximo Coiscou, con una compilación de cinco tomos de
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