Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 137 Se destacaron asimismo los hermanos Alcides y Leonidas García Lluberes, quienes tocaron diversos tópicos del siglo xix al hacer uso del ar- chivo de su padre José Gabriel García. Trabajaron sobre todo temas vincu- lados a la Independencia y la Restauración. Alcides se fijó la meta de avivar el culto a Duarte, 191 a lo que agregó una descalificación de Sánchez y otras figuras de su tiempo, por no haber guardado fidelidad al ideario liberal, en lo que también abonó Leonidas. 192 Alcides García también cuestionó facetas de Luperón, como parte de su atención prioritaria a las individualidades: llegó a la conclusión de que la verdadera primera espada de la guerra nacional fue el general Gaspar Polanco. Ambos hermanos incursionaron en multitud de temas, como la imprenta, la historia de San Pedro de Macorís, la Iglesia, las guerras con Haití, etc. Otra figura hasta ahora casi desapercibida es Guido Despradel y Batista, de formación marxista como fundador de la Juventud Socialista en La Vega, 193 aunque luego tuvo que sumarse al régimen forzado por las circunstancias. Su obra principal es una magistral síntesis de la historia de su ciudad natal, en la que introduce elementos normalmente ausentes en los estudios históricos de la época, como análisis social, cultura y vida cotidiana. 194 Redactó además estudios de valor para rescatar legados progresivos en la cultura y la política. Su discurso de ingreso en la Academia Dominicana de la Historia fue justi- preciado como disidente, y le valió la expulsión del organismo con los cargos de no haber mencionado a Trujillo y haberlo pronunciado en supuesto estado de embriaguez. 195 Controversia con Price-Mars Un hecho intelectual que generó inquietud en el régimen fue la publica- ción del libro La République d´Haïti et la République Dominicaine del etnólogo haitiano Jean Price-Mars. Aunque no se atrevió a cuestionar a Trujillo, tal vez por el universo político-ideológico en que se movía, lanzó críticas sobre aspectos de las mentalidades dominicanas y las teorías de los historiadores dominicanos que llevaron al régimen a considerar necesario darles respuesta. El diferendo con Haití no había cesado, pese a que en el momento de la aparición del libro el Gobierno haitiano no era considerado hostil. Trujillo prestaba la máxima atención a todo lo que tuviera relación con Haití, lo que explica que el libro fuera percibido como un desafío que había que enfrentar. En realidad Price-Mars no efectuó aportes al conocimiento de la historia dominicana. Aprovechó su estadía como embajador en la entonces Ciudad Trujillo para familiarizarse con la historia dominicana, pero no alcanzó un
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