Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historiografía dominicana 140 El ambiente de politización vigente hasta la década de 1980 contribu- yó a una ampliación del interés, ya que sobre todo los liderazgos políticos emergentes y los intelectuales conectados a la joven generación de izquierda encontraron en la historia dominicana un terreno privilegiado de referencia para la elaboración política Es curioso que, pese a la voluntad de los intelectuales izquierdistas de romper con la tradición conservadora, mantuvieran el interés puesto en la historia dominicana. Tal vez se manifestaba una mentalidad no superada de ubicación dentro del horizonte de lo nacional. De todas maneras, se ampliaron de manera sustancial las dimensiones de la consideración de la historicidad local. Tres corrientes vinieron a ocupar el espacio historiográfico dejado por la desaparición de la dictadura. La primera fue la de los historiadores que habían servido al régimen o habían hecho una obra durante los treinta y un años, los únicos con un conocimiento autorizado de la historia dominicana. La segunda fue la de quienes acogieron el materialismo histórico como guía teórico-metodológica. Y la tercera fue la de historiadores que no aceptaban el materialismo histórico ni el pasado ideológico trujillista y se adscribían a parámetros metodológicos modernos. Los viejos historiadores Por la forma en que se llevó a cabo la ruptura del trujillato, casi todos los intelectuales que habían servido a ese régimen lograron reciclar su perma- nencia dentro del medio dominicano. De inmediato tomaron distancias de su pasado y adoptaron una perspectiva pragmática. Solo unos pocos antiguos funcionarios se caracterizaron por mantener actitudes trujillistas agresivas, como Víctor Garrido, quien redactó una de las primeras memorias en el país. 200 Estos historiadores de origen trujillista se abrieron a los nuevos tiempos, aunque mantuvieran intactos parámetros culturales. Fue el caso de Emilio Rodríguez Demorizi, quien fungió de asesor de Francisco Alberto Caamaño durante la Revolución de Abril. En ese momento hizo publicar un libro con un conciso pero patente mensaje contrario a Estados Unidos, gracias a la pa- rábola de lo ocurrido entre 1869 y 1871. 201 Rodríguez Demorizi siguió todo el tiempo al frente de la Academia Dominicana de la Historia hasta su muerte, lo que contribuyó a proyectar su producción en la sociedad. La Academia de la Historia operó como un reducto de posiciones conservadoras, a tal grado que no hizo una evaluación de su pasado al servicio de la tiranía. Por ejemplo, no se revocó la expulsión de Guido Despradel Batista. Rodríguez Demorizi
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