Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historiografía dominicana 146 Con tales reconocimientos, no buscaba fórmula alguna de avenencia con la dictadura, puesto que compartía la condena del orden despótico como obstá- culo a un subsiguiente desarrollo histórico. Además de tales planos conceptuales en el ámbito estructural y político, Cordero Michel tuvo el mérito de integrar a su propuesta interpretativa el que-hacer cultural, normalmente dejado fuera en los análisis que en aquella época se efectuaban desde una matriz materialista ortodoxa. Juan Isidro Jimenes Grullón Se ha visto que Jimenes Grullón publicó una obra pionera en La Habana en 1940, destinada a fundamentar la necesidad de un partido revolucionario. Su excepcional capacidad conceptual desde entonces le permitió erigirse en el principal fundador del Partido Revolucionario Dominicano. Como indicara Juan Bosch, su prologuista, compatibilizaba marxismo y psicoanálisis, puesto que al parecer el autor no había interiorizado el espíritu dogmático del mar- xismo soviético. En cualquier caso, el dominio del marxismo, como se expone en ese libro, todavía era precario. Junto con verdaderas innovaciones, el libro contenía análisis idealistas, centrados en torno a sentimientos psicológicos, visualizados como motores de la historia, como lo reconoció el autor muchos años después. Fue el caso de la descripción de las causas del caudillismo, según él determinadas por el «complejo heroico», o de los rasgos de la dicta- dura, visualizados como expresión de la personalidad del tirano. Jimenes Grullón, de todas maneras, condenó al imperialismo y percibió a la dictadura como expresión del concierto de las clases dominantes, aunque hizo la excepción de una burguesía patriótica. En las décadas siguientes, este pensador no volvió a intentar aproximaciones a la historia dominicana y se centró en problemas filosóficos. Tal vez esta renuencia guardaba relación con una moderación de la toma de posición política, que lo llevó a pactar con los norteamericanos en las postrimerías del trujillato. Sería a partir de 1965, des- engañado con el sistema, cuando emprendió de nuevo una síntesis general de la historia dominicana. El primer producto todavía evidencia tanteos a ciegas, con calidad intelectual deficiente. 211 Aún no había decidido someter al sistema a crítica sistemática, por lo que la obra quedó en un limbo. Poco después, ya de vuelta al país, tomó partido beligerante por el marxismo y se tornó en adalid intelectual del socialismo. No pudo ejercer mayor influencia a causa de los errores políticos que cometió entre 1960 y 1963. Esta distancia no es óbice para que se deba reconocer que Jimenes Grullón fue el intelectual más profundo y sistemático de aquella época.
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