Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historiografía dominicana 152 establecía, a tono con el materialismo histórico, conexión entre las relaciones de producción y los agrupamientos sociales, lo que más le interesaba era la constitución psicológica y cultural de los sujetos como pista crucial para la intelección de su dinámica participativa. En Composición social, la historia dominicana presenta una evolución en conjunto condicionada por el fracaso de la industria azucarera en el siglo xvi ; esto tuvo por resultado que los terratenientes ganaderos (hateros) quedaran con la mayor cuota de dominio e influencia. En las primeras décadas del siglo xix hizo aparición la pequeña burguesía, que esbozó una alternativa política al sempiterno dominio social de los hateros. Las luchas sociales pasaron a tener por determinante la contraposición entre estas clases. Pero la clase hatera desapareció simbólicamente con la muerte de Pedro Santana, al final de la Anexión a España, resultado de lo cual la pequeña burguesía capitalizó todo el universo social. En ese transcurso este sector se escindió en dos ca- pas, la alta y la baja, cuyos enfrentamientos confirieron la tónica al proceso después de 1865. El énfasis en la estratificación indica que Bosch no acogía la teoría marxista de las clases, sino que partía de una distribución basada en gradaciones cuantitativas dentro de un sector de hecho único, en torno al cual confluían comunidades de visiones e intereses. Como parte de esa aprecia- ción, explicó la lucha entre liberales del Partido Azul y conservadores del Rojo como expresión de los intereses contrapuestos entre la alta y la baja pequeña burguesía. Solo tras la llegada de Trujillo al poder ese esquema experimentó cambios, como resultado del desarrollo capitalista de esas décadas, los cuales estuvieron en el origen de la oligarquía. En los años subsiguientes, Bosch introdujo matizaciones a su esquema, pero no implicaban una solución de continuidad. Refinó la clasificación de la pequeña burguesía en tres capas: la alta, la media y la pobre; la última la subdividió, a su vez, en dos sub-capas. Reconoció a la postre la existencia de una burguesía, pero continuó negando que tuviera incidencia significativa en el proceso histórico. Compatibilizaba así convicciones resultantes de obser- vaciones y de requerimientos políticos. Progresivamente fue introduciendo problemáticas marxistas, como la «acumulación originaria» del capital, o la diferencia entre una «clase en sí» y su estadio superior, «para sí», este último definidor de la capacidad de ejercicio del gobierno o el dominio. Otros autores en la generación post-Trujillo Desde finales de la década de 1960 hicieron aparición autores noveles que se desmarcaron del pasado trujillista y del materialismo histórico con
RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3