Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 171 de Cabo Haitiano. Allí la precipitación es mayor que en la Línea Noroeste, lo que ha posibilitado una agricultura intensiva desde la segunda mitad del siglo xvii . La isla tiene otros valles dignos de mención. Uno es el valle de Constanza, hermosa llanura dedicada hoy al cultivo de vegetales, pero que antiguamente estuvo cubierta de pinos. A cuatro kilómetros de Constanza, separado por unos cerros, está el estrecho valle de Tireo, antigua sede de aserraderos, convertido hoy, también, en un centro productor de vegetales. La llanura de Constanza tiene una altura promedio de 1,150 metros y por ello allí las tempe- raturas son templadas y frías durante casi todo el año, a diferencia del vecino valle de Jarabacoa que está a unos 550 metros de altura, en promedio, y tiene épocas cálidas, aunque en invierno es casi siempre templado. Por el lado sur de la Cordillera Central tenemos los vecinos valles de Rancho Arriba y de San José de Ocoa, este último con la ciudad del mismo nombre. Es un valle irregular más parecido a una terraza escalonada que a un valle, como sí lo es Rancho Arriba, que es una llanura regular entre las montañas circundantes ubicado al norte del valle de Ocoa. Más al suroeste encontramos dos estrechísimos valles cuyos nombres los describen con bastante exactitud: Vallejuelo y Hondo Valle. El primero ubica- do en tierras secas separado por una cadena de cerros del valle de San Juan, y el segundo formando una estrecha garganta entre las dos agudas crestas de la Cordillera de Neiba que caen tan precipitadamente que el valle se ve como formando una hondura dentro de esta serranía. Hondo Valle no está realmen- te en tierras bajas pues su altitud es de una altura promedio de 400 metros. Mucho más alto, a una altura superior a los 700 metros, está ubicado el vallejuelo húmedo de Río Limpio, en el corazón de la Cordillera Central, al pie del pico Nalga de Maco, cercano a la frontera norte domínico-haitiana. Río Limpio está cerca de otro valle algo más seco, llamado Guayajayuco, que casi colinda con la frontera domínico-haitiana en el noroeste del país. Estos dos valles son poco conocidos por los dominicanos. Al primero se llega por un desvío que sale de la carretera Loma de Cabrera-Restauración. Al segundo se accede después de dejar el puesto militar de Villa Anacaona y partiendo de la llamada Carretera Internacional. En el otro extremo del país, en el corazón de la llamada Cordillera Oriental, hay otra llanura que antiguamente estuvo sembrada de cacao y bananos, entre otras cosas, y que hoy su vegetación está dominada por una plantación de palma africana. Se llama El Valle, así, a secas. Su nombre no deja lugar a dudas. Es también zona caliente y húmeda que hay que cruzar cuando uno se dirige hacia Sabana Grande de la Mar.
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