Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 175 Los ríos más importantes se originan en la Cordillera Central. Estos dan nombre a las mayores cuencas hidrográficas, aunque de las demás cordilleras flu- yen otros cursos de agua menores, pero importantes para la vida local y regional. Las principales cuencas son: la del Yuna, que vierte sus aguas en la bahía de Samaná; la del Yaque del Norte, cuyo río matriz lleva el mismo nombre y desemboca entre Monte Cristi y Manzanillo; la del Yaque del Sur, que recoge las aguas de los ríos Del Medio, Las Cuevas, San Juan y Yaque del Sur, y lleva sus aguas a la bahía de Neiba; la del Artibonito, que reúne las aguas del Joca, del Macasías y del Artibonito, recorre la parte central de Haití, y desagua en la bahía de Gonaïves; y la cuenca del Isabela y del Ozama, que lleva las aguas de los ríos que llevan esos nombres y nacen en la sierra de Yamasá y vierten sus aguas en el mar Caribe. Cuencas menores que se originan en la Cordillera Central y fluyen hacia el sur de la isla contienen los ríos Nigua, Nizao, Baní, Ocoa, Bía, Jura, Tábara y Pedernales. Estos vierten todas sus aguas en el mar Caribe y se ubican al oeste de la ciudad de Santo Domingo. Al este de esta misma ciudad se encuentran las cuencas de los ríos que se originan en las serranías Oriental y de los Haitises: Brujuelas, Higuamo, Soco, Cumayasa, Dulce de La Romana, Chavón, Yuma y Nisibón. Estos ríos y sus pequeños afluentes irrigan los Llanos del Este. La parte occidental de la isla, ocupada por la República de Haití, tiene po- cos ríos de gran caudal, con excepción del Artibonito que constituye el principal río de Haití. La parte occidental contiene las regiones más secas. Si el espacio insular fuera chato, sin montañas, probablemente tendríamos un patrón bas- tante uniforme de lluvia en ambas partes de la isla, pero la existencia, forma, altitud y ubicación de las cordilleras determinan dónde habrán de condensarse más intensamente los vientos alisios y dónde, por lo tanto, llueve más o menos. Como en la región del Caribe prevalecen los vientos alisios, y como estos soplan generalmente de nordeste a suroeste, las zonas más húmedas de las montañas son aquellas más expuestas a los vientos alisios. Esto explica la exis- tencia de los llamados bosques nublados, así como de las regiones secas y de numerosos nichos ecológicos y microclimas que producen las más variadas zonas de vida. Los bosques secos ocupan todavía grandes extensiones, particularmente a barlovento de las montañas y en la parte occidental, en donde la precipita- ción es baja y varía entre los 550 y los 980 milímetros. Todavía más secos son los bosques espinosos que pueblan grandes extensiones al suroeste y noroeste de la isla, en los cuales prevalecen los cactus y varios tipos de vegetación xerofítica. Allí la precipitación es aún más baja y los suelos no favorecen otro
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