Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Introducción geográfica 182 a Santo Domingo, Puerto Rico y Caracas con familias pobres de aquellos lugares. Al llegar a su destino se les darían tierras, ganados y semillas. Así, en 1720 llegaron las primeras 50 familias, y entre ese año y el de 1725 arribaron a Santo Domingo unas 28 familias de unos cinco miembros cada una que fueron repartidas en diferentes lugares de la isla. Después del envío de ese año las importaciones de canarios quedaron suspendidas y no se reanudaron hasta 1737. En este año llegaron cuarenta nuevas familias que fueron enviadas inmediatamente a repoblar Puerto Plata. El propósito de esta repoblación era que esas familias trabajaran en guardar las cosas pues por allí pasaban los franceses que deseaban ocupar la península de Samaná. La mayoría de estos inmigrantes enfermó y murió poco tiempo después, pero Puerto Plata continuó habitada. El esfuerzo por repoblar a Puerto Plata no fue el único, sino uno entre muchos otros que tuvieron lugar durante la tercera y la séptima décadas del siglo xviii . En todos ellos primó la idea de que la fundación de nuevos pueblos debía ser para impedir la ocupación francesa de las zonas despobladas de la isla y para reforzar, asimismo, la soberanía de la Corona española sobre los territorios en disputa. En 1733 fue fundada la villa de San Juan en el valle de la Maguana, en tierras que antes pertenecían a la jurisdicción de Azua, pero que eran deseadas por los franceses. En 1735 fue fundada la villa de Neiba en una zona donde había algún ganado cimarrón para impedir que los franceses siguiesen pasando a esta región a cazar animales, pues luego hacían sus habitaciones y plantaciones en ella siendo muy difícil en adelante desalojados. En 1740 fue creada la parro- quia de Dajabón, en el mismo borde fronterizo con la colonia francesa «para socorro espiritual de los muchos vecinos que en él se hallan en diferentes haciendas del campo que allí se han formado». Once años más tarde, en 1751, fue refundada la villa de San Fernando de Monte Cristi, con un nuevo contingente de 200 familias canarias, de las cua- les se destinaron 100 a reforzar la población de Puerto Plata. En 1756 fueron enviadas otras familias canarias a fundar el nuevo pueblo de Samaná. Esas familias fueron luego aumentadas con otras 60 familias con un total de 240 personas en 1760. Con parte de estas familias fue establecido al otro lado de la bahía, frente a Samaná, en este mismo año de 1760, el poblado de Sabana de la Mar. Al año siguiente, en 1761, las autoridades españolas crearon otra nueva población en la zona fronteriza, que fue nombrada San Rafael, y ese mismo año pusieron otras 26 familias canarias a vivir en la villa de Azua para que ayudaran a vigilar la costa. Con este mismo propósito quisieron fundar un

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