Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 199 incapacidad– constituye un mecanismo de complejas situaciones que a veces llevan hasta el sacrificio de la persona que constituye una carga para la banda. Todo ello, sin embargo, es relativo, y el caso antillano revela que, cuando la abundancia de la recolección es permanente y permite la supervivencia franca del grupo, los afectados son asistidos y mantenidos –pese a su desgaste como fuerza de trabajo– dentro de la comunidad. Fernando Luna Calderón tenía, en el sitio de Cueva Roja, provincia de Pedernales, restos humanos de una sociedad de banda, en los cuales hay evidencias de que la gente que su- frió fracturas y serias deformaciones en las extremidades por lesiones físicas, siguieron viviendo asistidos, probablemente, por esa comunidad. 22 C aracterísticas de las sociedades de banda Las sociedades de banda a las que hemos hecho referencia son, pues, grupos humanos familiares que explotan, en conjunto, una misma ecología, un mismo medio ambiente. En las Antillas y en la isla de Santo Domingo la abundancia de pesca y recolección en las zonas de manglares las lanzaron hacia lugares ricos en proteínas y de recursos naturales tan fáciles de obtener, que no era posible el agotamiento de estos recursos por el grupo humano. En muchos manglares fueron ocupaciones semi-sedentarias. Hay sitios como los encontrados por García Arévalo, 23 Ortega y nosotros en varias partes de la desembocadura del río Higuamo, en los que la ocupación se inicia en el año 2000 antes de Cristo y termina hacia el 900 antes de Cristo. Ello no quiere decir que los ocupantes vivieran –sus descendientes incluso– durante mil años en el mismo lugar. Podemos afirmar, eso sí, que los habitantes arcaicos de El Porvenir, en la margen occidental del Higuamo, explotaron sistemáticamente esa zona durante un milenio. Tal aseveración nos pone en condiciones de asegurar que existía entre estos grupos una transmisión de conocimientos y una tendencia a regresar a los sitios de explotación; el caso de El Porvenir es importante porque, a pesar de haber 1,000 años de diferencia entre el primer y el último fechado, el instrumental usado por los primeros habitantes siguió fabricándose con la misma materia prima que utilizaran los primeros ocupan- tes de la zona; y además, cosa también importante, el instrumental, aunque enriquecido en formas, fue similar durante centurias. El hecho de que en este sitio grupos humanos hayan explotado el lugar sin intrusión de grupos arcaicos con tecnología diferente hace pensar en cierto respecto a las zonas
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