Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Las sociedades arcaicas de la isla de Santo Domingo 210 No cabe duda de que la ciencia aplicada de sociedades extintas des- conocedoras del uso de la escritura es la que ha dejado huellas más visibles en el testimonio arqueológico. Subsisten instrumentos, ca- sas, campos y caminos prehistóricos que ilustran los conocimientos prácticos que poseían sus fabricantes o constructores. Representan aplicaciones de descubrimientos e inventos a los que la sociedad ha- bía dado su aprobación. Al mismo tiempo son índice de necesidades también socialmente aprobadas. No todas las sociedades carnívoras sintieron necesidad de usar cuchillos y tenedores. Señala Childe que: Incluso aspectos de la cultura, más inmateriales, pueden encontrar expresión material permanente, Y afirma más adelante que: los testimonios arqueológicos no se limitan, en modo alguno, a los utensilios para la producción y a las armas bélicas. Bajo condiciones apropiadas podemos aprender mucho acerca de los modos de pro- ducción, así como de los medios de producción. 32 Una vez que se produjo la hibridación de los diversos grupos humanos en la isla de Santo Domingo se inició un nuevo proceso de tipo social. Los asentamientos humanos fueron mucho más estables. El uso de recursos tanto marinos como terrestres, más definido. Puede decirse que a partir del 600 antes de Cristo sociedades que hereda- ron técnicas de recolección, caza y pesca, procedentes de patrones de adapta- ción medioambiental diversos, se integraron generando grupos sociales entre los cuales la producción fue bastante estabilizada. Hacia el siglo iv antes de Cristo las sociedades de banda, o bien algunas de ellas, comienzan a tener contacto con grupos que conocían la cerámica, es decir, las vasijas de barro cocido. Se ha creído generalmente que el barro coci- do en forma de recipientes y útiles de tipo variado, ha estado ligado a grupos con conocimiento de formas agrícolas. Sin embargo en la costa pacífica de Ecuador, las cerámicas más antiguas pertenecen precisamente a sociedades de banda del tipo recolector; lo mismo acontece en varias de las fases de ocu- pación en el valle de México. Estas primeras sociedades con cerámica, pero sin evidente agricultura, se desarrollaron hacia el año 3000 y 2000 antes de
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