Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
La conquista y la implantación de los españoles 284 Un año más tarde, Adrián de Mújica y Fernando de Guevara iniciaron un levantamiento contra Roldán por un asunto de faldas. Roldán apresó a Guevara y el Almirante se encargó de Mújica, que fue sentenciado a muerte. Muriódespeñado al caer desde una de las almenas del fuerte de LaConcepción. Comienzos de la evangelización En 1493 pasaron a la Española varios religiosos: mínimos, franciscanos, un trinitario, fray Jorge, etc. De sus virtudes, por santas que fueran, y de su sabiduría, por mucho que descollase, solo sacaron provecho los españoles, si es que pudieron y quisieron. En cambio, la misión evangélica a los indios quedó frenada en seco por la incomunicación lingüística, un problema tan crucial como pavoroso del que se quejó, y con razón, el Almirante en nume- rosas ocasiones. 224 Por otra parte, no todos los aborígenes hablaban el mismo idioma, sino que había diferencias sustanciales entre ellos: por ejemplo, la «lengua extraña y bárbara» del Macorix se distinguía de la «general» de la isla. 225 Sorprendentemente, fue un seglar quien abrió brecha en este muro in- franqueable. Este hombre extraordinario, llamado Cristóbal Rodríguez, vivió «ciertos años de industria entre los indios, sin hablar con cristiano alguno, por aprenderla», 226 quizá «degradado» por orden del Almirante «en la provincia de Guacanerín [Guacanagarix] e de Xaragua». 227 Convertido ya en «Lengua» (es decir, intérprete) por antonomasia, impulsó la obra misional de otro per- sonaje singular, un eremita jerónimo: fray Ramón Pané, llegado en 1494 con Bartolomé Colón. El apostolado de Pané se desarrolló en el Macorix, donde aprendió aque- lla lengua minoritaria (¿1494-1495?), después en la tierra de Guarionex, por orden de Colón (¿1496-1497?), a continuación en los dominios de Maniocatex (¿1498-1499?) y por último en los de Maguatiguex. En el Macorix fray Ramón convirtió a un indígena, Guaticauá, que lo acompañó después en todas sus andanzas y que finalmente recibió el bautismo, pasando a llamarse Juan Mateo, el 21 de septiembre de 1496. Los años quizá más fructíferos de la misión jerónima transcurrieron cerca del fuerte de La Concepción, en compañía del franciscano Juan Borgoñón. Infortunadamente, Guarionex, que ya había aprendido con algunos de los suyos las tres plegarias principales –el Pater noster , el Ave María y el Credo – y quería ser «hermano» de Cristóbal Colón, se fue tornando cada vez más adverso a los españoles, a causa probablemente de los onerosísimos tribu- tos exigidos por Bartolomé Colón. El odio estalló al abandonar la tierra los
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