Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 285 religiosos. Los indígenas de Guarionex derrocaron las imágenes sagradas y se orinaron encima, sacrilegio que fue vengado de manera bárbara por el Adelantado: quemando a los culpables. En la guerra subsiguiente entre los indios y los cristianos, Juan Mateo y su hermano, considerados traidores a la causa indígena, recibieron la muerte: a juicio de Pané, Juan Mateo fue el primer mártir del Nuevo Mundo. Gracias a Juan Mateo, Pané compuso un tratadito que, dentro de su brevedad, es hoy nuestra fuente principal de in- formación sobre la religión nativa. 228 Afinales de 1494 o principios de 1495 Cristóbal Rodríguez intentó ponerse al servicio de fray Ramón, pero Cristóbal Colón se lo impidió. Lástima. Como atestiguó el propio eremita, «segun la lengua del dicho Cristóbal [Rodríguez], si el Almirante le hubiera dado lugar a la conversión, que hubiera más de cien mil ánimas cristianas». 229 No pudo ser: para Colón unos indios idólatras re- presentaban un negocio, en tanto en cuanto eran a su juicio esclavos suyos; pero también salta a la vista que el fraile pecó de exagerado en el cálculo de posibles catecúmenos. Todos en aquellos tiempos creyeron a pie juntillas en la posibilidad de lo imposible. En cualquier caso, las dificultades que puso Colón a la conversión de los indios quedaron de manifiesto en la pesquisa de 1500. Su capellán, Diego Ortiz, confesó que no podía bautizar sin licencia del Almirante y que Roldán, quizá irónicamente, le había hecho ver que caería en la herejía si adminis- traba el sacramento sin «olio y crisma», algo que ya no había. 230 A su vez, Rodrigo Manzorro declaró que, «cuando Ojeda tornó cristianos a muchos, tuvo el Almirante mucho enojo de ello y dijo que aunque fuesen cristianos los había de tener por cautivos». 231 La visión mercantilista del gobernador dificultó desde luego la misión evangélica; pero conviene reconocer que no hubo tampoco mu- chos apóstoles dispuestos a llevarla a cabo. III. L os últimos años del virreinato colombino (1498-1500) A los pocos días de firmar la capitulación con Roldán, el 5 de septiembre de 1499, una flota al mando de Alonso de Ojeda, y con Juan de la Cosa como pi- loto, fondeó en Yáquimo. 232 En un principio pensó Colón que se trataba de una flota más de avituallamiento que acudía en ayuda de la colonia, pero pronto supo que los recién llegados andaban cogiendo palo de brasil. Para averiguar la situación e impedir el saqueo, el Almirante envió a Roldán con dos carabelas.

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