Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 291 desconocemos y, sin duda, hubo de ser interrogado también D. Diego Colón, aunque no se conservan sus declaraciones. Sí, en cambio, las de D. Cristóbal y D. Bartolomé. La pesquisa, cuyo original firmó el propio Almirante, presenta el in- terrogatorio al que lo sometió Bobadilla y que tuvo lugar en tres ocasiones distintas. No se nos dice en qué lugar se efectuó, sino simplemente que Colón estaba «aposentado en la villa». Por su parte, Colón no dejó de señalar que el comendador se aposentó en su casa, donde se apropió de todas sus pertenen- cias, incluidas sus escrituras, no consintiendo que le fuesen entregadas cuan- do «más me habían de aprovechar en mi disculpa», 246 sin duda aludiendo al interrogatorio que siguió. Una hojas de papel que guarda el archivo ducal de Alba contienen el traslado de una carta de los Reyes a Bobadilla, del 30 de mayo de 1500, la respuesta del Almirante, datada el 15 de septiembre, y las observaciones efectuadas por el gobernador. 247 Sin duda han de ser dos hojas de otra copia de la pesquisa que hoy tenemos en su totalidad. Se trata de la cédula real a Bobadilla ordenándole aclarar las cuentas, abonar los salarios a todos aque- llos que habían ido a cargo de los Reyes y hacer que el Almirante pagara a los que estaban a su cargo, amén de la cuarta carta que Bobadilla había hecho vocear al escribano el 26 de agosto tras la salida de misa. Respondió el Almirante que él tenía cartas que la contradecían y que, en consecuencia, pe- día al comendador que las acatara; en cuanto a la paga de los hombres, «que es cosa de cuenta», que estaba dispuesto a entregarla, cuando la hiciera. A lo que contestó Bobadilla que la cédula le había sido dada por los Reyes; que si hubiera otra en contrario, que la acataría pero que, entre tanto, «él hará lo que Sus Altezas le tienen mandado»; en cuanto a la paga de los salarios, se remi- tía a los contadores de Castilla, «por ante quien está asentado todo». Fueron testigos de ambas declaraciones Pero López Galíndez, Francisco Velázquez, Sebastián de Ocampo, Juan Pérez de Nájera «y otros muchos». En la segunda copia, más extensa, las declaraciones de D. Cristóbal comienzan, también, el día 15 de septiembre, aunque omiten esta parte de su deposición. En el primer encuentro entre Colón y Bobadilla, el gobernador quiso sa- ber los motivos por los que estaban presos D. Fernando y Riquelme y exigió al Almirante que le entregase los procesos. 248 Por tres o cuatro veces Colón respondió que no los tenía, pues no había caso contra ellos, y que, si así lo deseaba, podía liberarlos. Sin duda desconocía que ya habían sido puestos en libertad por el propio comendador. En cuanto a los otros procesos, Colón respondió que escribiría al Adelantado pidiéndole que los trajese a Santo Domingo. 249 Con respecto a las pesquisas, declaró el Almirante que las de

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