Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 301 N otas 1 Como bien señaló Juan Gil en Textos , p. 26 y Columbiana , Santo Domingo, 20, pp. 251-252, Colón llegó a Guanahaní el 11 de octubre y no el 12, como equivocadamente dedujo Las Casas. 2 Cf. J. Gil, « El libro de Marco Polo en la vida y empresas de Cristóbal Colón» en P. Cátedra (coord.), Libro del famoso Marco Polo veneziano , 2006, pp. 11-43. 3 Todo parece indicar que fue en Granada donde Colón, o los Reyes, decidieron elegir al truchimán de don Juan Chacón para el puesto de intérprete. En Granada se encontraban Colón y Torres, que había acompañado a su señor a la campaña, en los días en que se fir- maron las capitulaciones colombinas (17 de abril de 1492) y las cartas de recomendación dirigidas a un Serenissimo principi amico nostro carissimo (30 de abril de 1492). El registro de estas cartas, junto con otra expedida el 17 de abril que se conoce como «pasaporte largo» y que es muy similar a las anteriores, están en el Archivo de la Corona de Aragón, Registro 3,569, f. 136v. 4 Bartolomé de las Casas asistió atónito a este cortejo a su paso por la ciudad de Sevilla ( Historia de las Indias, México, 1951, I 77 [p. 233 a]). 5 Colón lo hizo casar con una hermana del cacique Guarionex ( Textos , doc. XIV [p. 317] Pedro Mártir, Décades , I 4, 3, Cartas , p. 79. E. Mira Caballos, Caciques guatiaos en los inicios de la colonización: el caso del indio Diego Colón , supone que se trata del cacique Diego Colón. Solo conocemos el nombre cristiano de otros dos de los indígenas que acompañaron al Almirante en esta ocasión: Fernando de Aragón y Juan de Castilla (G. Fernández de Oviedo, Historia , I 7 [p. 31 b]), que tomaron el nombre del rey y del príncipe heredero. 6 Ver más sobre la negociación de las bulas en C. Varela, Cristóbal Colón y la construcción del Nuevo Mundo , Santo Domingo, 2010, pp. 81 y ss. 7 Así se hizo en 1475, cuando la organización de la armada de Guinea se encomendó a Charles de Valera y al doctor Antonio Rodríguez de Lillo. Cf. J. Gil, «El despacho de la armada de Guinea en 1476», en Mª Isabel Maroto-Mariano Esteban Piñeiro (Eds.), La ciencia y el mar , Valladolid, 2006, pp. 41-68. 8 Sobre Marque cf. J. Gil, Los conversos y la Inquisición sevillana , Sevilla, 2001, IV, pp. 414-15. 9 Cf. J. Gil, El exilio portugués en Sevilla. De los Braganza a Magallanes , Sevilla, 2009, p. 163. 10 No parece que las relaciones entre Fonseca y Berardi fueran fluidas, como demuestra una carta de los Reyes al arcediano, del 15 de julio de 1494, en la que le obligan a contar con el florentino que «estaba en el negocio de parte del Almirante de las dichas islas, porque ha su poder para ello. Col. Doc., p. 651. 11 Col. Doc . p. 362 12 Es la cifra que dan H. Colón, Historie , 44, I, p. 258; Las Casas, Historia , I, 72, p. 243 a y G. Fernández de Oviedo, I 8, p. 34 a, 35 b. Según Pedro Mártir, Décades , I 1, 13, Cartas , p. 48, se alistaron «1.200 infantes armados» y «algunos jinetes»; de 1,200 habló A. Bernal ( Memorias , 119, p. 279.

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