Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 311 227 Pesquisa , f. 12r. 228 Conservado en Pedro Mártir, Decades , I 10 (publicado por vez primera en Sevilla, 1510) y en H. Colón, Historie , 60 (II, pp. 34-54). 229 Pesquisa , f. 12r. 230 Pesquisa , f. 10v. 231 Pesquisa , f. 11v. 232 La fecha exacta de su llegada nos la dio Colón en una carta a los Reyes del 10 de septiembre, en la que les asegura que dado el escaso tiempo que estuvo en la isla no pudo haber descubierto tierra ( Textos , doc. XLV [p. 427]). 233 Historia , II 6 (p. 65). 234 Memorias , 197 (p. 474). 235 «Tardó de enbiar el oro al rey algo más de lo que devía, en tal manera que ovo quien escrivió de allá, o vino acá a decir al rey e a la reina que encubría el oro e que se quería enseñorear de la isla; e otros, que la quería dar a genoveses» ( Memorias , 131 [p. 335]). 236 El propio Colón, en su carta al ama, hizo en 1500 recuento de las veces que se lo había acusado de querer entregar las Indias a otros príncipes. En primer lugar, en 1493, cuando, al regreso de su viaje de descubrimiento y su llegada a Lisboa, se dijo que había desembarcado en Portugal para entregar las tierras a don Juan II; y en segundo lugar, en 1500. «Bien que yo sepa poco», respondió Colón a ese cargo, «no sé quién me tenga por tan torpe que yo no conozca que, aunque las Indias fuesen mías, que yo me pudiera sostener sin la ayuda de príncipe. Si esto es así, ¿adónde pudiera yo tener mejor arrimo y seguridad, de no ser echado d’ellas del todo, que en el rey e reina nuestros señores, que de nada me han puesto en tanta honra y son los más altos príncipes por la mar y por la tierra del mundo?» ( Textos , doc. XLVIII [p. 434-35]). ¿Era sincero? Tal vez, aunque no conviene olvidar que a partir de entonces los Reyes ordenaron que todos los representantes que nombrase Colón para regir sus asuntos personales en las Indias debían ser españoles de nacimiento. Algo debían de temerse. 237 Cuando andaban el Almirante y el Adelantado, con toda solicitud, «haciendo pren- der los nuevamente alzados, y los que podían prender ahorcando, y para ahorcarlos, donde quiera que los hallase, traían un clérigo consigo para confesarlos» ( Historia, I 177 [p. 470 b]). 238 Historia, I 179 476 a. 239 Como declaró Pedro Camacho, el Almirante no dejaba de afirmar que, «el governador no era syno un pesquisidorcillo e que no traía syno unas cartas que por un maravedí davan una espuerta dellas». 240 Infortunadamente tan solo conocemos las otorgadas a unos pocos: a Velázquez 700 castellanos, 10,000 matas de pan, dos vacas, una yegua y diez ovejas; a Malaver y a Francisco de Garay, dos caballos; a Barros y a Muñoz un tercio del Manicautex y una yegua; a Pedro de Salcedo una yegua y un conuco en Aguebán; a Calverite, a maestre Pedro y a Salamanca dos yeguas y dos reses vacunas a cada uno; a Terreros una yegua y a Foronda un potro. 241 El vizcaíno Gonzalo declaró que en Jaragua el Adelantado bravuconeaba diciendo que tan pronto llegase a Santo Domingo él mismo despeñaría al comendador como había hecho con los indios que se habían alzado contra él. Y, al igual que su hermano, intentó reunir a los caciques, especialmente a Antón y a Alcavayo. 242 Otras versiones en La caída, pp. 58 ss.
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