Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 325 de tomar la iniciativa de engrandecer a unos o menoscabar a otros. Como ya hemos afirmado, ello le permitió crear una élite fiel en todas y cada una de las villas. De la lista de personajes que controlaban los regimientos de la isla 30 se de- ducen varios aspectos: primero, el gran número de extremeños que figuran en ella y, segundo, la presencia de un nutrido grupo de futuros conquistadores. Específicamente, encontramos a Diego Velázquez, teniente de gobernador de la isla de Cuba; Juan de Esquivel, conquistador de Jamaica; Juan Ponce de León, de San Juan de Puerto Rico; Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Mar del Sur; Juan de Villarroel, futuro conquistador de la provincia de Charcas, en la actual Bolivia, etc. Como ya hemos afirmado, a partir de la marcha del Comendador Mayor la situación de los cabildos varió sustancialmente. El nuevo gober- nador, Diego Colón, nunca gozó de los poderes de que había disfrutado su antecesor. Además, la creación de la Audiencia, el 5 de abril de 1511, cambió radicalmente la estructura de poder de la isla. Para empezar, a ruego de los propios regidores, la Corona limitó la injerencia del gobernador en los ca- bildos, dejando el nombramiento de los alcaldes ordinarios en manos de los regidores de cada villa. 31 Sin embargo, en la práctica, ni el poderoso tesorero Miguel de Pasamonte, ni Diego Colón, ni la Audiencia estuvieron dispuestos a renunciar a su control. Al final, unos cabildos fueron controlados por la Audiencia y los oficiales reales y, otros, por la facción colombinista. Pero, con el paso del tiempo, la propia oligarquía local que ocupaba las regidurías de los cabildos, como los Tapia, los Garay, los Oviedo y los Caballero, tomó la opción de luchar por la independencia de sus respectivos cabildos, pugnando tanto con el partido oficial como con el colombinista. A medio y largo plazo, las oligarquías locales terminaron imponiendo su control sobre los cabildos, situándose al margen tanto de los intereses reales como de los colombinos. Crisis e intentos de reforma La situación socio-económica de la isla entró en una grave crisis a partir de 1505 o 1506. La muerte de la reina Isabel, su máxima valedora, aceleró los cambios. Desde esa fecha se comenzó a preparar una sucesión que no llegaría finalmente hasta 1509. Fernando el Católico recelaba del excesivo poder de Ovando y su permisividad con los intereses locales en detrimento de los peninsulares. 32 A estos recelos se unió el hecho de que la producción aurífera comenzara a mostrar los primeros síntomas de agotamiento. No obs- tante, huelga decir que el problema no era Ovando sino el propio colapso

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