Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

La consolidación de la colonia 330 cosas y, como decía un experimentado vecino de la isla, «yo no he visto en Castilla ni en otra parte labrador tan simple que no haga ventaja al que de estos sabe más». Durante años los encomenderos de la Española esgrimieron este fracaso para justificar la encomienda, frente a los sucesivos proyectos reduccionistas. Los Jerónimos regresaron a España, siendo nombrado en la gobernación Rodrigo de Figueroa, que se mantuvo muy poco tiempo en el cargo porque el 18 de mayo de 1520 se le restituyó el cargo al segundo Almirante Diego Colón. También sería su gobierno efímero, pues el 16 de septiembre de 1523 emprendió el retorno a España. U na sociedad esclavista A partir de la llegada a la isla del Comendador Mayor se introdujeron cambios sustanciales en la estructura social, favoreciendo el establecimiento de un modelo social estable. Se trataba de una sociedad esclavista en cuya cúspide habría una oligarquía local y, en la base, una abundante mano de obra esclava o encomendada que a fin de cuentas era casi lo mismo. Finalmente habría una clase intermedia de españoles, muy débil política y económica- mente, que no pertenecía a la élite ni tampoco a la clase subalterna. La creación de una oligarquía El Comendador Mayor favoreció la creación de un grupo de privilegia- dos que controló el poder político y económico de la colonia. Especialmente prebendados fueron los hidalgos extremeños hasta el punto que a los de este poderoso grupo se les llegó a conocer como los Garrovillas, pueblo cacereño muy vinculado al Comendador Mayor. El hecho de que una élite acumulara cargos, tierras y repartimientos provocó la creación de grandes fortunas que tendieron a adoptar formas aris- tocráticas. Aparecieron casas blasonadas, linajes que fundaban mayorazgos y personas que hacían ostentación pública. 38 Casos significativos son los de familias como los Oviedo, los Gorjón, los Pasamonte o los Caballero. Estos dirigieron sus intereses hacia el control de los cabildos, a través de regidurías. Ello les permitió, incluso, mandar procuradores a la Corte para defender sus intereses tal y como ocurrió, por ejemplo, en 1518. Se