Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Introducción: propósitos y perspectivas 34 componentes económicos, demográficos, sociales, políticos y culturales. A menudo, un acontecimiento político se inserta en el análisis histórico como indicador de una dinámica novedosa, aunque no esté marcada por él, puesto que incluye posibles desplazamientos de población, advenimiento de es- tructuras económicas, emergencia de nuevos sectores sociales o dinámicas políticas, amén de criterios acerca del conocimiento y la cultura. Casi siempre estos cambios se han venido fraguando desde antes del acontecimiento de referencia, para marcar la definición de un periodo. Estos eventos pueden tener la importancia de desatar procesos que aceleran los cambios que venían manifestándose. 28 En una formación tan abierta y dependiente del exterior como la domi- nicana, los cambios internacionales impactan poderosamente la dinámica interna, aunque esto no tiene nada de excepcional ya que, en mayor o menor medida, todas las formaciones sociales están conectadas con cir- cunstancias exógenas. Pero en nuestro caso, para fines de determinar eta- pas, es una premisa establecer los componentes originados en el exterior que contribuyen a abrir tendencias y situaciones de nuevo tipo. Esto hace que se tenga que prestar atención a los procesos en el occidente de Europa, primero en torno a la constitución del imperio español y demás poderes coloniales, segundo en las revoluciones que culminan la fase moderna y, tercero, en los cambios económicos y políticos del siglo xx , que adoptan magnitud mundial. Como se ha explicitado, se ha procurado que los cortes temporales se relacionen con situaciones fundamentales. Pero, de manera inevitable, en el contenido de cada tomo se suceden cambios que por su magnitud dan lugar a subperiodos o etapas en su interior. En el tomo I, por ejemplo, se podrían deslindar extensos períodos aten- diendo a factores múltiples: por la llegada de los españoles, la desaparición de los indígenas y la entrada de africanos junto al establecimiento de plan- taciones agrícolas, al igual que el arranque de su decadencia a partir de un momento que siguió al auge de la ganadería y el contrabando. Dentro de cada uno de ellos se advierten situaciones concretadas en capítulos, mientras que otras tienen mayores alcances. Algo equivalente se produce en el tomo II, para solo indicar otro más. Las Devastaciones abren una nueva época, aunque, como es de rigor, no necesariamente se expresa en todos los ámbitos. Más importante vino a ser, en cierto sentido, el establecimiento de los franceses en el occidente de la isla, que impactó en variados aspectos el desenvolvimiento posterior de todo el es- pacio insular. El cambio de la dinastía en España, a inicios del xviii , coincidió

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