Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
La consolidación de la colonia 344 se comenzó a pensar en la posibilidad de aprestar armadas para buscar escla- vos en las islas comarcanas. Ello dio lugar a una de las mayores atrocidades cometidas en toda la expansión ultramarina española. Por una Real Cédula, fechada el 30 de abril de 1508, se declaró a los is- lotes de las Bahamas y a algunas de las Antillas Menores como islas inútiles y, por tanto, su población susceptible de ser deportada. Los pacíficos e inocentes lucayos de las Bahamas fueron trasladados en condiciones inhumanas a los centros neurálgicos de las Antillas Mayores, especialmente a la Española, para que a cambio de su trabajo se les enseñase la doctrina cristiana. 59 Pero estos primitivos seres, acostumbrados a formas de vida preestatales, fueron incapaces de adaptarse a la nueva vida que se les proponía: se les darían las aguas del bautismo y con ello la salvación eterna, y a cambio servirían a los cristianos. La mayor parte de ellos pereció en la travesía o en los meses in- mediatamente posteriores a su arribo. Su única culpa fue vivir en unas islas que, al menos en esos momentos, no reportaban beneficios económicos. Tan drástica y cruel disposición, lejos de abolirse, fue ratificada en 1513, deportán- dose en tan solo cuatro o cinco años entre 15,000 y 40,000 personas. Incluso, los Jerónimos, quizás por desconocimiento, dieron algunas au- torizaciones, para traer esclavos de las islas comarcanas, en «gran deservicio» de Dios y del emperador, porque eran «maltratados y muy aniquilados». 60 Las Bahamas se despoblaron de tal forma que el padre Las Casas ironizó, diciendo que quedó habitada exclusivamente por flores y pájaros . Aunque probablemente no previera el desenlace, la decisión del rey Católico fue verdaderamente genocida. Un cruel decreto que abocó a los lucayos a su desaparición en apenas unos años. Pero no fueron los únicos; también los taínos antillanos, los picunches y huilliches en el norte del área araucana, los chichimecas, los caribes o los nómadas de la pampa argentina fueron diezma- dos, algunos hasta su exterminio, en un descabellado intento por integrarlos en el sistema socio-laboral. L a estructura económica En tiempos de la factoría colombina la situación económica de la isla fue absolutamente precaria y calamitosa. De hecho, hacia 1500 prácticamente se encontraba en la quiebra. Posteriormente, durante los gobiernos de Nicolás de Ovando y Diego Colón se inició la economía del oro, en la que la minería
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