Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 35 con otras novedades, como la paz firmada escasos años antes, llamada a per- petuarse en el suelo de la isla. Pero una inflexión se produjo en la década de 1730, con la sedimentación de la inmigración canaria, los efectos de la recupe- ración económica de la metrópoli y el incremento de los intercambios con los franceses de Saint Domingue. Queda aclarado, entre otros aspectos, que la época colonial es susceptible de ser considerada como un gran periodo, pero al mismo tiempo sujeto a divisiones, que no pueden obviarse so pena de empobrecer el análisis. En los siguientes tomos no es difícil apreciar la inutilidad de divisiones puramente políticas, en el interior de cada una de las cuales suceden cambios de consi- deración. Las estructuras económicas fueron comunes entre la primera fase de la vida republicana y la siguiente, aunque precedían a la primera y en un momento dado de la última se produjo el inicio de un quiebre hacia la mo- dernización. Pero, en sentido inverso, determinados hechos políticos marcan estructuras y tendencias, como fue la dictadura de Trujillo, no equiparable a la llamada Tercera República. E ntre totalidad y especialidad Uno de los propósitos que animaron la gestación de la Historia general del pueblo dominicano consistió en sintetizar el estado de los conocimientos. En otros términos, se ha buscado recopilar algunos de los componentes del estado del arte en la materia. Pero también ha habido un propósito di- vulgativo, para uso de investigadores, pedagogos y activistas culturales. Esos objetivos atienden de manera simultánea a lo que se cataloga como lo empírico y lo analítico, es decir, incluyen informaciones básicas e interpreta- ciones contenidas en las publicaciones desde finales del siglo xix , en especial de las décadas recientes. Es de rigor que el diseño de los temas no responda a un criterio aleato- rio, sino que apunte a una noción de totalidad. No son necesarias ni posibles todas las perspectivas, pero sí algunas de las más extendidas en los medios académicos. Sin duda han quedado fuera de esta colección temáticas de inte- rés, pero en la menor medida posible dentro de un obligado espacio limitado. La categoría de totalidad parte del propósito de dar cuenta de un entra- mado, conforme al supuesto de que los procesos históricos marchan en forma articulada. Desde luego, los componentes de esta noción no son universales,

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