Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

La consolidación de la colonia 350 Más aún, comparando la renta del almojarifazgo de la Española en 1506 –9,807 pesos o lo que es lo mismo unos 4 millones de maravedíes– con las de Sevilla valoradas en 8 millones de maravedíes, podemos valorar en su justa medida el importante movimiento comercial que se desarrolló en esta isla antillana en la primera década del siglo xvi . Resulta obvio que el comercio desarrollado por unos cientos de españoles en la isla fue poco más de la mitad del que se desarrolló en una ciudad tan populosa e importante como era la Sevilla del Descubrimiento. 76 Entre estos había una enorme competencia de forma que, pese a que a veces par- tían juntos, había una fuerte rivalidad por llegar antes para vender a precios más elevados. Concretamente Francisco López de Gómara hizo referencia al viaje que en 1504 hizo Alonso Quintero: Alonso Quintero por codicia, partió una noche sin hablar con sus compañeros, para llegar antes a Santo Domingo y vender más pronto o más caro sus mercaderías que ellos; pero así que se hizo a la vela, cargó tanto el tiempo, que le rompió el mástil de la nave, por lo cual le fue forzoso volver a la Gomera, y rogar a los otros que lo espera- sen, pues aún no habían salido, mientras él adobaba su mástil. Ellos lo esperaron y partieron todos juntos... Quintero, que vio el tiempo calmado, se adelantó otra vez de la compañía, poniendo, como an- teriormente, la esperanza de la ganancia en la rapidez del camino; y como Francisco Niño de Huelva, que era el piloto, no sabía guiar la nao, llegó un momento en que no sabían de sí, cuanto más donde estaban. Sorprendíanse los marineros, estaba triste el piloto, lloraban los pasajeros, y ni sabían el camino hecho ni el por hacer... Y se entris- tecieron mucho, pero no perdieron las esperanzas de ver pronto tierra. Y así la misma Pascua descubrieron la Isla Española... Y al cabo de tres o cuatro días entraron en Santo Domingo, que tan deseada tenían, donde ya hacía muchos días que estaban las otras cuatro naos. 77 Como es de sobra conocido desde 1501 se implantó en las Indias una tasa denominada el diezmo y que gravaba a todo los productos derivados del suelo –incluido el ganado– en beneficio de la iglesia. Pese a todo la Corona consiguió del Papa una bula que además del derecho a la presentación de dignidades en las Indias la facultaba para recaudar el diezmo, de ahí que aparezca en el libro de Santa Clara entre las rentas reales. Conocemos el diezmo recaudado en la Española entre 1505 y 1507, ascendiendo el total recaudado a nada menos que 36,242 pesos. Ello indica que la agropecuaria en estos tres años reportó diez veces más. Es decir que en la Española se movía una media anual de

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