Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 351 120,000 pesos de oro, lo cual denota la importancia de las actividades agrope- cuarias. Además en este diezmo no se incluían los remates que se hacían con los vecinos para cazar cerdos montaraces ya que en las cuentas del tesorero Santa Clara aparecen reseñados aparte. Ya los cronistas se hicieron eco de este hecho y, por ejemplo, Bernabé Cobo afirmó lo siguiente: Hanse multiplicado los puercos con tanto exceso en muchas partes, que se han hecho cimarrones y andan en grandes manadas por los campos y desiertos, sin dueño, con que se hacen bravos como si fue- ran jabalíes. En la Isla Española hay mucho de este ganado alzado y van a la caza de él como de cualquiera otros animales monteses. 78 Documentalmente sabemos que, en los primeros años del siglo xvi , 100 puercas preñadas que tuvieron en compañía Francisco de Garay y Francisco de Vergara –dos encomenderos de la Española–, en tan solo dos años se multi- plicaron por veinte, llegando a sumar un total de 2,000 cabezas. Además, mu- chos de estos cerdos, como bien se expone en el texto antes citado de Bernabé Cobo, se hacían salvajes de forma que en los libros de contabilidad de Santa Clara aparecen asentados varios ingresos abonados por Lope Muñoz, por el ajuste que se hizo con él para que los vecinos de Puerto Plata pudiesen cazar cerdos montaraces en la Isabela Vieja. Pese a todo, las moderadas cifras que aparecen en los libros de Santa Clara para nada nos hacen sospechar que por este concepto se pudieran producir 12,000 pesos de oro como se ha afirmado. 79 Por otro lado, notamos un descenso en la recaudación de este impuesto, fruto tanto del endeudamiento de los vecinos como de la disminución del valor, sobre todo, de los carneros y los cerdos. Este descenso del valor del ganado fue una realidad a lo largo del gobierno de frey Nicolás de Ovando, disminuyendo el precio del arrelde a medida que se multiplicaban las cabezas de ganado. Por lo demás la renta del diezmo puede ser bastante representativa de la actividad económica de las principales ciudades y villas de la isla. Lógicamente Santo Domingo encabezaba la producción ya que su diezmo representa el 46% de todo el cobrado en la isla. Es decir, casi la mitad de los diezmos recaudados procedían de Santo Domingo, lo cual es normal si tenemos en cuenta que igual- mente concentraba a una parte importante de la población española residente en la colonia. Le siguen en importancia Concepción de la Vega y Buenaventura que contribuyen con el 27.78%, lo cual es perfectamente razonable si tenemos en cuenta que en esas dos villas se hacían las fundiciones de oro durante la épo- ca de Ovando y que, por tanto, todos los aspectos de su actividad económica

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