Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 39 El recorte espacial plantea menores problemas en la definición de los contornos de la presente colección, por cuanto se refiere al pueblo domini- cano, que ocupa la porción oriental de la isla de Santo Domingo. Pero ello no significa la inexistencia de problemas. El primero es el requerimiento de una zonificación del territorio, desde el momento en que se supera la noción de que la historicidad se reduce, en los hechos, a lo que sucede en torno a la ciudad de Santo Domingo. Entre los propósitos implícitos se encuentra la negación del corolario de identificación de lo histórico con el centro del poder político. Como se trata de un proyecto que se propone cubrir a la población en su conjunto, resulta forzoso tomar en consideración a las partes en que está dividido el territorio. Ahora bien, no está planteado dentro de los com- ponentes de la colección abordar el estudio de las porciones geográficas, sean regiones históricas o actuales, sino conectar procesos habidos en ellas en la medida en que impactan la reproducción de la formación social. Son varios los problemas que se derivan de tal requerimiento: en pri- mer lugar, la definición de una región no depende de una fórmula abstracta, aunque sea válida como determinación general. 36 Esta categoría remite a su concreción en consonancia con peculiaridades de la historia dominicana y su dinámica de cambios. En tal dirección, la adopción de criterios de zonificación o, con más precisión, de regionalización debe guardar algún tipo de corres- pondencia con las percepciones de los actores, aunque en lo fundamental con- siste en una operación analítica. En algunos casos, la definición de una zona o región está condicionada por parámetros geográficos, lingüísticos, étnicos, demográficos o económicos. Entre ellos, en cada trama expositiva, se produce una combinación determinada de factores que interactúan. Pero como esos factores se desarrollan en el tiempo, los marcos territo- riales identificados no constituyen entidades estables, sino que experimentan mutaciones vinculadas a los cambios en su interior y a su relación con el conjunto. En realidad, el interés por una parcelación del espacio no constituye una prioridad en esta colección, puesto que no se puede atender a un objetivo tan ambicioso como el de dar cuenta de los procesos de los conjuntos socio- demográficos a lo largo del tiempo. De hecho, hay precedentes que abonan en esta dirección, aunque casi nunca cumplen con preceptos disciplinarios de la historia regional. 37 Sin embargo, no se han hecho sistematizaciones a escala nacional, con excepciones, en que la unidad de análisis ha sido mayormente la provincia o el municipio de hoy, considerado administra- tivamente, es decir al margen de una dimensión de historicidad en torno a factores complejos. 38
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