Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
El sector azucarero 392 Una vez roturadas las tierras, se pasaba a la siembra de los esquejes. Esta labor consistía en poner los tallos de caña en los surcos dejados por los arados y taparlos con tierra, tarea por lo general realizada por los esclavos llamados «sembradores». Una vez comenzaban a brotar las yemas, eran aporcadas dos o tres veces antes de que estuvieran fuertes, para evitar que los ratones les hicieran daño. No fueron pocas las veces en que las plagas de ratones acaba- ron con los sembrados. 71 Después que las gramíneas estaban crecidas, se esperaba hasta que estuvieran en «sazón», o sea, en su punto. El tiempo que tardaban en cortarse dependía mucho de la calidad de las tierras y del tratamiento que tuvie- ran desde su siembra por parte de los «cañavereros». Según los técnicos de la época, las mejores tierras estaban situadas en los valles de San Juan de la Maguana, así como en Puerto Plata, la Yaguana, Azua y algunas de los alrededores de la ciudad de Santo Domingo, las cuales podían estar listas para el corte en 10 meses. Las demás necesitaban más tiempo. 72 Por otro lado, el periodo idóneo para cortar las cañas dependía de diferen- tes factores. Por lo general, los ingenios, al ser accionados por la fuerza hidráu- lica, tenían que esperar los periodos lluviosos para aprovechar las corrientes de los ríos, pero esto tenía el inconveniente de que las cañas en épocas de lluvia tenían menos sacarosa. 73 Según algunos técnicos, la mayor parte de los dueños de ingenios, o por lo menos los que podían, molían las cañas durante el mes de diciembre y los sucesivos de enero y febrero, por ser meses de mucha lluvia. 74 Una de las mayores dificultades para elaborar cifras concretas sobre la producción de azúcar radica en que los escasos libros de cuentas que aparecen no son lo suficientemente completos para tener una idea acabada sobre el tema. Ahora bien, ¿de qué manera incidían los mismos en los niveles de productivi- dad? Antes de pasar a responder esta pregunta veremos cuál era la producción de los ingenios de la Española durante el siglo xvi . La dificultad que presentan las fuentes consultadas solo permiten hacer cálculos aproximados. Por ello, y en vista de que las informaciones que aparecen en la mayoría de los casos son incompletas, tomaremos los datos más generales para tratar de determinar cuál era la cantidad de azúcar obtenida, tanto en los ingenios como en los trapiches. Las opiniones más generalizadas sobre la producción de los molinos son las que ofrecen los cronistas Gonzalo Fernández de Oviedo y Fray Bartolomé de las Casas. Oviedo aseguraba que la producción anual de un ingenio poderoso era de unas 5,000 arrobas, mientras que un trapi- che molía la mitad, o sea, 2,500 arrobas. 75 Por su parte, Las Casas afirma que los ingenios de aguas molían más caña y sacaban más azúcar que tres trapiches. 76
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