Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 407 hijos y con la orden del matrimonio sería causa de mucho sosiego y se incitarían otros pecados e inconvenientes que de lo contrario se siguen. 97 Esta real disposición no fue bien acogida por los cristianos españoles residentes en la isla, los cuales se resistieron a los casamientos alegando que con el matrimonio los cautivos obtendrían la libertad «...y no serían más obli- gados a servir». En respuesta a esta negativa la Corona mandó que la persona que tuviera licencia de pasar negros y no los casare perdería el derecho y en caso que los hubieres traído perdería la mercancía. Evidentemente, el temor de los sectores esclavistas era infundado pues en la misma Real Cédula quedaba explícito que «…por la presente declara- mos que por los casar y consentir en ello sus amos y señores no se entiende ser libres sino esclavos como si el dicho matrimonio no pasase». 98 Es posible que, además de ser una medida contrainsurgente hubiesen otras motivaciones para dictar esa real cédula, toda vez que las costumbres de los esclavos chocaban con la ética religiosa de los cristianos en lo relacionado con la vida sexual. 99 Poco tiempo después que fue enviada a Santo Domingo la Real Cédula sobre los matrimonios entre esclavos, la Corona mandó otra similar a Nueva España. Sin embargo, en este caso el objetivo era evitar la promiscuidad y el escándalo sexual entre negros e incluso entre éstos y las indígenas. Refiere la misma que los esclavos negros que pasan a aquellas tierras, luego que llegan a ella se amanceban y están amancebados con indias naturales y con negras, así en casa de sus amos como fuera de ellas y que los dueños de los tales esclavos por los quitar de pecados los casan y así casados los dichos esclavos sin otra causa alguna dicen ser libres y procuran la libertad. 100 La misma preocupación que en su día manifestaron los colonos de Santo Domingo, en el sentido de que los esclavos pidieran su libertad, fue expresa- da por los dueños de esclavos de Nueva España. Por ello pidieron al Monarca «…mandase que las personas que tuvieren esclavos negros o indios y en la dicha tierra lo casasen no pudieran por ello ser libres ni pedir libertad». La respuesta fue que «…ahora ni de aquí adelante aunque en la dicha Nueva España se casen los esclavos negros e indios que en ella hubieren con volun- tad de sus amos no sean por ello libres ni puedan pedir libertad...». 101

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