Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
El sector azucarero 414 donde se utilizaba un reducido número de esclavos. Posiblemente la siembra de este producto permitió el surgimiento del pequeño campesinado. Otra de las áreas donde incursionaron los inversores locales para recupe- rar la maltrecha economía fue la exportación de cueros. Este proyecto, al no tener ningún control por parte de los productores, trajo consigo una matanza indiscriminada de ganado vacuno con el único propósito de aprovechar su piel. Se sacrificaban hasta las vacas paridas y las preñadas. Así, mientras en las carnicerías de las ciudades escaseaba la carne, en los montes servía de alimento a los cerdos. Esto obligó a algunos funcionarios de la Audiencia a exigir más control a la hora de sacrificar el ganado y que se respetasen las vacas preñadas y las paridas y que no se dieran a los puercos, pues dicha práctica suponía la ruina de la ganadería. 109 La dura crisis que azotaba la economía de la isla limitó la capacidad de los vecinos para adquirir los principales productos de consumo. Igualmente, los productores vieron reducidas sus posibilidades para renovar la mano de obra esclava que laboraba en las plantaciones. Ante tal situación, no fueron pocos los que se plantearon volver a capturar indios caribes como alternativa a la escasez de mano de obra esclava. 110 La fuerte disminución de la masa de trabajadores llegó a tal punto, que muchos señores de ingenios, al no tener dinero para renovar la fuerza productiva, se vieron obligados a trabajar con la mitad de los esclavos, lo que redujo considerablemente la producción. Además de lo costosos que de por sí eran los esclavos, se impusieron tasas que rondaban hasta los 30 ducados por cada pieza que entraba en la isla. Esto acabó por arruinar a los ingenios. 111 La crisis se agudizó con la subida de precios de los productos de mayor consumo en la dieta diaria. La escasez de artículos como el casabe, maíz y yuca trajo consigo un proceso inflacionario que afectó incluso a los productores de azúcar. Muchos de estos habían eliminado las granjerías que tenían en sus ingenios para el mantenimiento de los esclavos, con el propósito de que trabajaran a tiempo completo en la producción del azú- car. Pero tal medida complicó más las cosas, dado que los señores de in- genios tuvieron que comprar el mantenimiento alimenticio a los pequeños productores locales que se dedicaban al abastecimiento de las ciudades, práctica que estaba prohibida por disposición real, pues los ingenios debían ser autosuficientes, o sea, debían producir lo que consumían sus trabajadores. 112 La producción para el consumo de las ciudades fue algo muy controlado. Entre las quejas más frecuentes en este periodo estaba el hecho de que muchos
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