Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

El sector azucarero 422 82 Algunos miembros del Cabildo de Santo Domingo llegaron a afirmar que los ingenios de la isla producían más de 20.000 arrobas de azúcar al año. Al respecto ver carta enviada a Su Majestad por los procuradores Alonso de Encina y don Antonio Manríquez. Santo Domingo, 25 de marzo de 1573. Genaro Rodríguez Morel, Cartas del Cabildo de la ciudad de Santo Domingo en el siglo xvi . Santo Domingo, 2007, pp. 265-271. 83 Irene A. Wright, «History of Sugar-III», The Louisiana planter and sugar manufacturer , vol. lIV, No. 13, p. 206. 84 Hasta cierto punto, los productores de la isla eran conscientes de que el precio de los azúcares sería inferior, al disponer de mecanismos para refinarlos en Sevilla. Esto se com- plicó hacia mediados del siglo cuando el Cabildo de Sevilla prohibió que se refinaran los azúcares en la ciudad andaluza. Al respecto, ver las ordenanzas del Cabildo de Sevilla sobre la venta y refinado de los azúcares. AHMS, Sección 1, carpeta 39. No. 73. También en Justo L. del Río Moreno, «Refinería del azúcar en Sevilla, S. xvi y xvii », Actas del Primer Seminario Internacional La Caña de Azúcar en Tiempos de los Grandes Descubrimientos, 1450-1550, Motril, 1989, pp. 131-155. 85 Este trapiche estaba administrado por Damián de Peralta, hermano de Alonso de Peralta. Se hallaba en las inmediaciones de la villa de Azua. AGI, Justicia 12, ramo 4, No. 2 86 Este dato lo podemos confirmar con las declaraciones de los procuradores de la Española don Alonso de Encina y Antonio Enríquez en el sentido de que los ingenios de la isla podían producir más de 20,000 arrobas de azúcar anualmente. Al respecto ver la instrucción del Cabildo de Santo Domingo de fecha 25 de marzo de 1573. AGI, Santo Domingo 73, ramo II, doc. 59 (a). 87 Ninguna de estas cifras deben de extrañarnos, ya que la industria azucarera era una empresa rentable, por lo menos durante la primera mitad del siglo xvi . En torno a esto, y según declaración del licenciado Alonso Estévez, uno de los propietarios de mayor prestigio, un ingenio tenía unas ganancias netas de más de 10,000 ducados anuales. Carta del licenciado Alonso Estévez a Su Majestad. Santo Domingo, 10 de diciembre de 1552. AGI, Santo Domingo 49, ramo III, doc. 147. 88 Carta enviada a Su Majestad por Melchor de Castro, escribano de minas de la isla. Santo Domingo, 25 de junio de 1543. AGI, Santo Domingo 77, ramo V, doc. 130. 89 Memorial enviado por el Cabildo de Santo Domingo a Su Majestad, 4 de marzo de 1589. AGI, Santo Domingo 73, ramo III, doc. 118. 90 Fernando Ortiz, en su famosa obra ya citada, describe diferentes tribus presentes en Cuba desde el siglo xvi . Aunque en términos generales encontramos las mismas regiones, no sucede así con las tribus. Al parecer en Cuba, por lo menos a partir del siglo xvi , los esclavos eran ubicados más por el pueblo que por región o tribu. Así tenemos que los abalos, berún, bibí, etc., eran negros carabalí. Estos nombres no los tenemos en Santo Domingo en los siglos xvi y xvii . Fernando Ortiz, «Los primeros técnicos», pp. 42-43. 91 Roberto Cassá y Genaro Rodríguez Morel, «Algunos procesos formativos de la identi- dad nacional dominicana», Estudios Sociales No. 88 (abril-junio, 1992), pp. 67-97. 92 Nicolás del Castillo Mathieu, Esclavos negros en Cartagena y sus aportes léxicos , Bogotá, 1982, pp. 4-5. 93 Los técnicos eran tan importantes como cotizados y escasos. Aunque habían llegado a la isla antes de los años veinte, su entrada no fue posible sino después de muchos

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