Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 439 anualmente unas 200,000 reses, mientras que en las dos décadas siguientes la cifra se duplicó. 52 No obstante, aunque los datos absolutos ofrecidos en el cuadro no pueden ser tomados en consideración, nos sirven para establecer una comparativa con la producción de cueros en otras zonas del Imperio. Como se observa en el cuadro, el 42% procedían de las Antillas Mayores y el 14.45% específicamente de la Española. Con respecto al valor de estas exportaciones, dado que estos se cotizaron a un precio medio de unos 500 maravedíes, los ingresos brutos supusieron unos 47,726 ducados, a razón de 1,591 ducados anuales. 53 Ahora bien, si con- sideramos el total de cueros exportados incluidos los ilegales –una media de unos 200,000 anuales entre 1560 y 1580– la cifra se incrementaría hasta casi los 300,000 ducados anuales que, descontados los costes de producción, impues- tos y fletes -28 maravedíes por cuero- estaríamos hablando de más de 150,000 ducados anuales, que sería más o menos el doble en las dos últimas décadas del siglo. Se trata de cantidades muy elevadas que explican la supervivencia de una élite criolla con un importante poder político y económico. Un carácter mucho más marginal tuvo la cría de gusanos de seda que Nicolás de Ovando introdujo a finales de 1503 o en 1504, siguiendo instruccio- nes reales. No sabemos los resultados de esta primera experiencia, pero todo parece apuntar a un fracaso, al menos desde un punto de vista económico. Sin embargo, parece ser que, aunque marginalmente, la actividad se mantuvo, pues Fray Bartolomé de las Casas intentó enseñar a los indios a criarlos y, pocos años después, Hernán Cortés pidió pies de moreras y huevos de gusanos a las autoridades de la isla. 54 P lantas medicinales Una de las cosas que más llamaron la atención de los primeros poblado- res fue la existencia de múltiples plantas, desconocidas hasta entonces. No tardaron en comercializar algunas de ellas, unas con un fin ornamental y, las más, con un objetivo medicinal. En algunos casos, se atribuyeron propiedades curativas a determinadas plantas –como el tabaco– que después se verificaron inciertas. 55 Otras drogas, como el bálsamo o la cañafístula, sí que poseían un fundamento curativo real. Probablemente el elixir que más ampliamente se comercializó en la primera mitad del siglo xvi fue el bálsamo. Este licor se extraía del guaconax

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3