Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Introducción: propósitos y perspectivas 44 Es el caso la época republicana, cuando, tras el surgimiento del Estado nacional, se plantearon mecanismos de subordinación de nuevo tipo. Pero la dependencia de las metrópolis u otras potencias no agota esta esfera del análisis. Se requiere igualmente considerar las conexiones con paí- ses cercanos, con los cuales se han entablado vínculos económicos, políticos, migratorios y de otros órdenes, entre los cuales sobresale Haití y su antece- dente de Saint Domingue. La realidad colonial cambió en el siglo xviii por la división del trabajo insular, y la Revolución haitiana ejerció efectos de gran magnitud en la primera mitad del siglo xix , contribuyendo a extremar rasgos diferenciados respecto a otros países de la región. El análisis comparativo con otras formaciones sociales, especialmente cercanas, podría arrojar niveles superiores de conocimiento, pero está des- cartado en el prospecto metodológico de esta colección, salvo en operaciones puntuales. Ya se han preparado historias generales del Caribe, 44 al igual que estudios que han abordado relaciones estructurales comunes al conjunto, como la plantación, la emergencia del campesinado y algunas manifestacio- nes culturales. 45 Con tal perspectiva se determina en mejor medida por qué los contextos externos se imbricaron para trazar sesgos a procesos locales. En otro orden, deben considerarse las consecuencias del empleo de la categoría pueblo como pauta deseable del conjunto de los contenidos. Esto implica, en primer término y como se ha visto, la vocación metodológica de cuestionar el esquema de corte narrativo y centrado en lo político-militar- diplomático. No se trata solo de introducir una narrativa alternativa, que apunte a las áreas que han quedado «ocultas» por análisis desfasados, sino lograr los niveles de explicación adecuados, como se ha evaluado más arriba. Al percibir la población en su dinámica social, resulta de rigor intro- ducir áreas que permitan la captación de nociones más amplias acerca de la comunidad. En su uso cotidiano, la categoría de pueblo apunta alterna- tivamente al colectivo en su conjunto o a la porción pobre mayoritaria se- gregada de los estratos dirigentes. Ambas acepciones resultan interdepen- dientes, y para recuperarlas cabe resaltar aspectos como la vida cotidiana, las mentalidades colectivas, las manifestaciones de cultura popular, etc. Su estudio se corresponde con la búsqueda de incorporar a los sectores subal- ternos, normalmente dejados de lado por los discursos ortodoxos. Permiten la radicalización de la dimensión social de la historia, en la medida en que en ellos se expresan los patrones de acción de las mayorías. Lo mismo, además, se aplica en una perspectiva integral de pueblo, que no es apta de ser recogida por una narrativa política, sino por planos sistemáticos de la vida social.

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