Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Otros sectores productivos y económicos 448 1530 continuaba al frente de su comercio. Obviamente, no lo pudo cumplir porque las dificultades para vender la mercancía en Sevilla lo llevaron al borde de la quiebra. Hasta tal punto fue así, que para remediar el desabaste- cimiento del palo tintóreo en España se volvió a autorizar la venta de brasil extranjero. A lo largo del siglo xvi se exportó desde distintos puntos del continente americano, pues 1568 el zafrense Hernando Gutiérrez tenía arrendada la ren- ta de todo el brasil que se vendía en Sevilla. 95 Entre 1564 y 1596 sabemos que al menos llegaron 8,157.5 quintales, en buena parte procedente de la Española y en menor medida de Cuba, Puerto Rico y Honduras. 96 Dado que el precio medio a que se pagaba fue de unos 2,000 maravedíes el quintal, obtendríamos la modesta cifra de unos 16 millones de maravedíes. Nuevamente se trata de cifras poco relevantes para la economía insular. Finalmente, huelga comentar la presencia en la isla del palo de ébano, del que se enviaron a Sevilla en la segunda mitad del quinientos varias decenas de quintales. 97 En cualquier caso las remesas siempre fueron muy inferiores a las realizadas desde Cuba, Cartagena o Nueva España. A rtesanado y servicios urbanos La carestía de algunas manufacturas básicas así como sus altos precios favorecieron la aparición de un pequeño grupo de artesanos. Es importante recalcar que este artesanado, aunque supuso una fuente de riqueza para la economía local, fue muy raquítico y, por supuesto, se dedicó exclusivamente a satisfacer la demanda interna. Las actividades relacionadas con el sector secundario se concentraron en la capital de la isla, que era la única localidad verdaderamente urbana. El grupo mayoritario era el relacionado con el sector de la construcción, es decir, el de alarifes, albañiles, carpinteros y canteros. A continuación mostramos un cuadro con los oficiales documentados en la isla en las primeras décadas.
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