Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Otros sectores productivos y económicos 450 las obras que se desarrollaban en la isla, tanto en templos como en recintos defensivos, edificios administrativos y casas solariegas de la élite. Aunque terminaron arraigándose en la tierra no parece que crearan escuelas artísti- cas de significación. Sí aparecieron, en cambio, entre la segunda y la tercera década del siglo xvi , los primeros talleres locales. En una Real Cédula del 29 de enero de 1513 se citaba a dos carpinteros asalariados que había en la isla, Alonso de Herrera y Ortuño de Bretendona. 99 Bastantes ebanistas más figura- ban en el censo de Santo Domingo de 1528, en que se mencionaban, además de cinco carpinteros, dos canteros y un albañil. Y finalmente, en el censo de Osorio de 1606 aparecen reflejados nada menos que dieciséis carpinteros y cuatro albañiles, lo que quizás nos pueda estar indicando la presencia de sendos gremios locales. El resto de los artesanos fueron bastante más puntuales. En la primera década del siglo xvi encontramos al menos a tres herreros documentados en la ciudad primada: Alonso Herrero, Diego Jiménez y Antón Ruiz, mientras que en 1521 residía el espadero Francisco de Pedraza. No mucho más numerosos fueron los maestros mineros, pues por esas mismas fechas documentamos a tres de ellos: Pero Martín de la Vaquera, Juan de la Cueva y Sebastián de la Torre. También parece que desde 1511 comenzó la fabricación de ladrillo y teja en la isla, dado que se decía que era «de mala cargazón y hundía los navíos » . En 1528 seguía funcionando al menos un tejar en Santo Domingo en el que trabajaban dos barreros y cuya propiedad ostentó primero Francisco de Garay y, posteriormente, un tal García de Aguilar. Bien es cierto que a finales del siglo xvi la variedad de oficios y el núme- ro de artesanos había aumentado sustancialmente, pues en el censo de 1606 encontramos, además de los ya citados, dieciséis carpinteros y cuatro alba- ñiles, veinte sastres, catorce zapateros, 114 plateros, ocho panaderos, cuatro herreros y otros oficios más minoritarios como candeleros, torneros, pintores, espaderos, olleros, sederos, canteros y silleros. 100 En total 95 artesanos, de 453 varones adultos, incluidos 28 sacerdotes. Ello equivaldría a decir que el 20.97% de los hombres de Santo Domingo ejercían actividades relacionadas con el artesanado. En la capital de la isla se desarrolló también un importante sector servicios, dedicado a varias actividades: en primer lugar, el eclesiástico, con- formado por un buen número de religiosos, tanto seculares como regulares. En torno a 1576, el arzobispo de la capital primada hizo una relación completa tanto de su diócesis como del obispado de La Vega, obteniendo el resultado siguiente: entre prebendados, canónigos y racioneros sumaban veintidós, más

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