Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Otros sectores productivos y económicos 454 colonización, se empezó a vislumbrar la navegación en convoy como el único sistema naval viable. La larga travesía en el océano, las tormentas y, sobre todo, el corsarismo evidenciaron que los barcos sueltos o los pequeños con- voyes eran víctimas fáciles. Navegando en conserva se minimizaban conside- rablemente los posibles daños, aunque también tenía varios inconvenientes: uno, las interminables esperas, tanto en puerto como en la mar, pues, como escribía Pedro de Medina, aunque tengan las mismas velas, e incluso menos velamen, unos navíos «andan más que otros » , 108 y otro, la situación que su- frieron muchos territorios que quedaron al margen de las rutas de las flotas y armadas de la Carrera de Indias, entre ellos, la isla Española. Ya entre 1522 y 1561, se utilizó usualmente este tipo de navegación. Era un sistema pensado originalmente para tiempos de guerra pero que, ante la omnipresencia del corsarismo, terminó siendo una práctica casi permanente. En 1522, encontramos la primera gran flota, formada por ocho buques mer- cantes y dos navíos de armada, formaciones que viajaron esporádicamente a América, con distinto número de buques, en años posteriores como 1537, 1540 o 1543.109 Durante décadas, la navegación en convoy fue simplemente una praxis, sin ningún tipo de regulación legal. Por fin, en agosto de 1543 quedó legislado que, mientras durase la guerra con Francia, todos los barcos que fuesen a las Indias lo hiciesen en alguna de las dos flotas anuales que se pensaban despa- char, una en marzo, y otra, en septiembre. Todos estos convoyes debían estar formados por al menos diez bajeles, de un porte mínimo de 100 toneladas. 110 Por tanto, quede bien claro que fue en 1543 cuando se reguló por primera vez el modelo de navegación en flotas, aunque diseñado exclusivamente para el periodo que durase la guerra con Francia. Por este carácter eventual con el que nació y por la escasa rigurosidad que hubo en su aplicación, la navegación se caracterizó en estos años por la espontaneidad y la improvisación. De hecho, según Antúnez y Acevedo, las ordenanzas de 1543 y de 1554 tan solo hacían alusión a «la ocurrencia casual de un número determinado de buques mercantes, que salgan unidos y naveguen juntos a arbitrio de los capitanes de cada uno, y sin subordinación de todos a uno, ni formar cuerpo y armada o escuadra » . 111 Además, hubo bastante permisividad con aquellos buques que, reuniendo los requisitos es- tablecidos en las ordenanzas, quisieron viajar al margen de la flota. 112 Finalmente, por orden del 16 de julio de 1561 se prohibió toda navega- ción al margen de las dos flotas anuales, la de Nueva España que partiría en enero y la de Tierra Firme que lo haría en agosto. 113 Poco tiempo después, y concretamente el 18 de octubre de 1564, se terminó de perfilar el sistema: la

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