Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 465 30 Rodríguez Morel, Cartas del Cabildo de la ciudad de Santo Domingo en el siglo xvi … , p. 184. 31 En 1515 se decía que había tantas vacas que no valía una más de dos pesos y las ovejas tres. Carta de las autoridades de Santo Domingo a su Majestad, Santo Domingo, 30 de agosto de 1515. AGI, Patronato 172, r. 5. 32 El 1 de agosto de 1515 el gobernador y los oficiales de la isla de Cuba solicitaron a la Corona dos carabelas de 40 o 50 toneladas para que sirviesen para transportar las produc- ciones de las haciendas reales que se localizaban en los puertos. AGI, Patronato 178, r. 2. 33 Un análisis concienzudo de ambos alimentos indígenas, rastreado en las crónicas de la época, puede verse en Emiliano Tejera, Palabras indígenas de la isla de Santo Domingo, Ciudad Trujillo, 1951, pp. 4-5 y 447-453. Más información sobre el aje puede verse en la obra colectiva: El aje, un enigma descifrado, Santo Domingo, 1978. 34 Girolamo Benzoni, Historia del Nuevo Mundo, Madrid, 1989, p. 153 35 Roberto Cassá, Historia social y económica de la República Dominicana , t. I, Santo Domingo, 2003, p. 179. 36 En 1509 sabemos que el gobernador poseía en la isla más de 300,000 montones de yucas y ajes, además de huertas, casas y estancias. Esteban Mira Caballos, Nicolás de Ovando y los orígenes del sistema colonial español, Santo Domingo, 2000, p. 130. 37 Merced otorgada a Alonso de la Vega, Sevilla, 21 de junio de 1511. AGI, Indiferente General 418, L. 3, fols. 101r-105r. 38 Por ejemplo, el bachiller Álvaro de Castro, refiriéndose a una estancia que poseía en La Vega, dijo que lindaban con los naranjos de la estancia que fue de Francisco de Herrera Castillo. Real Cédula a Álvaro de Castro, Valladolid, 13 de febrero de 1523. AGI, Indiferente general 420, L. 9, fols. 83r-84v. 39 Eufemio Lorenzo Sanz, «La producción y el comercio de las plantas medicinales, ali- menticias, maderas preciosas, cueros vacunos y productos diversos recibidos de Indias en el reinado de Felipe II», Boletín Americanista , Barcelona, 1978, p. 162. 40 Úrsula Lamb, «Cristóbal de Tapia v. Nicolás de Ovando, a Residencia Fragment of 1509», The Hispanic American Historical Review. August 1953, pp. 439-440. 41 Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias , t. I, Madrid, 1992, p. 79. 42 Real Cédula al gobernador o juez de residencia de la isla de Cuba, Monzón, 30 de junio de 1528. AGI, Indiferente general 421, L. 13, fols. 241r-242r. 43 Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia de Santo Domingo, Madrid, 2 de octubre de 1528. AGI, Indiferente General 421, L. 13, fols. 388r-388v. Se trata, sin duda, de un raro ejemplo de protección del consumidor en los orígenes del capitalismo moderno. 44 Justo L. del Río Moreno, Caballos y équidos españoles en la conquista y colonización de América (S. xvi ), Sevilla, 1992, p. 137. 45 Río Moreno, Caballos y équidos españoles , p. 136. 46 Asiento firmado con Rodrigo de Bastidas, Vitoria, 15 de diciembre de 1521. AGI, Indiferente General 420, L. 8, fols. 345v-347r. 47 Conocemos el negocio porque el maestre Alonso García vendió hasta la carabela y se alzó con el dinero, refugiándose de la justicia en Portugal. Real Cédula a los regidores, asistentes y oficiales del reino, Ocaña, 15 de diciembre de 1530. AGI, Indiferente General 422, L. 14, fols 148r-149r. 48 En 1537 se dispuso que se enviasen a Nueva España dos docenas de bestias para evitar que cargasen a los indios novohispanos. Unos meses después, ya en 1538, se insistió a los

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