Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 47 siglo xvii . De tal manera, si se considera que el mestizaje es una de las carac- terísticas originales del pueblo dominicano, solo abarcó a la mayoría de la población a partir de las postrimerías del siglo xvii . Pero procede visualizar que para entonces ya se había producido el arranque de un proceso formativo socio-cultural, que tuvo su culminación en el siglo xviii . Pero no todo fue lineal. En esos siglos se fueron combinando circuns- tancias demográficas y culturales convergentes. La más importante fue la apuntada acerca del reconocimiento común, hasta entonces muy problemá- tico por la fuerza de las subculturas, que en gran medida se excluían entre sí. Los europeos o descendientes no se reconocían integrantes de un conjunto en el que participaran los africanos y otros sectores, como los «morenos» (por oposición a los «negros» o esclavos, los descendientes de africanos liberados de la esclavitud) y los «pardos» (los mezclados de europeos y africanos, casi siempre de condición libre). El orden colonial ponía barreras a tal posible in- tegración. Mas hay indicios de que, por encima de las exclusiones legales y de otros tipos, a lo largo del siglo xviii se fueron generalizando y profundizando nociones de reconocimiento común, aunque por supuesto no desaparecieran los criterios normativos sistémicos. Se pueden brindar explicaciones sobre el advenimiento del reconocimiento progresivo de comunidad, como la conso- lidación de una mayoría nacida en la isla, la ampliación del mestizaje y su sedimentación, con la consiguiente disminución de los esclavos nacidos en África. Lo más relevante en tal sentido fue la debilidad económica crónica, que registró varios hitos, y que debilitó a la clase esclavista e hizo posible el acercamiento entre los conglomerados étnico-sociales. Ese fue el entorno que posibilitó la potente gestación de patrones culturales criollos. Las nociones novedosas de pertenencia y de identidad que se desarrollaron en el siglo xviii en cierta manera inauguraron la crucial dimensión subjetiva de emergencia de un pueblo que comprendía a la generalidad de los nacidos en el país y aun a muchos de origen foráneo. Aunque resultado tangible del estratégico e ignorado siglo xviii , los procesos que llevaron a la formación del conglomerado dominicano comen- zaron con el mismo establecimiento de los españoles en los años postreros del siglo xv . Los dos apartados étnico-sociales tuvieron que interrelacionarse, tomar préstamos culturales entre sí y dar lugar a una dinámica que interrum- pía la reproducción de la sociedad aborigen. Desde muy pronto se definieron situaciones llamadas a tomar cuerpo y a trasmutarse en estructuras y tenden- cias consistentes, que dieron lugar a rasgos originales del desarrollo histórico insular. El factor clave, en lo que concierne a esta temática, fue la quiebra rápida de la esclavitud intensiva y la primacía del patriarcalismo.

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