Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

La esclavitud intensiva 494 En este sistema, como en toda economía donde el trabajador vende su fuerza de trabajo, lo importante era la producción. Esto fue cambiando en la medida en que la mano de obra se hacía más costosa y escasa. A partir de entonces el esclavo era cuidado con el fin de no perder el dinero invertido en su adquisición. Es indudable que después de comprar un esclavo había que cuidar de alguna manera la inversión realizada. Para ello se contrataban médicos a los que se les pagaba según el tiempo que trabajaran. Según los datos que presenta este ingenio, el contador Álvaro Caballero tenía algunas deudas contraídas con Maestre Domingo, un cirujano residente en Santo Domingo. A este le quedó debiendo 50 pesos por seis meses que trabajó sirviéndole a los negros del ingenio. Igualmente tenía deudas con Hernando Peláez por medicinas que le había comprado, por un total de 300 pesos. Al boticario Acevedo le quedó debiendo 10 pesos, por medicinas que le vendió para la cura de los esclavos de su ingenio. En cuanto a las lesiones que podían tener los esclavos y la frecuencia con que estas se producían, dependía del área de trabajo. Como ya se ha señalado, la producción azucarera tenía dos importantes zonas. Una de ellas, la que podemos definir como industrial. La otra se desarrollaba en el campo, o sea, donde se encontraban los cañaverales, hatos, estancias, etc. En ambos lugares se producían accidentes lamentables. Las contusiones más frecuentes las hallamos entre los carreteros y purgadores. Las más comunes ocurrían en las extremidades inferiores: piernas rotas, dedos amputados, pies llagados, etcétera. Las áreas donde había menos peligro de sufrir accidentes eran, como es lógico, las de mayor especialización, como la actividad que realizaba el maestro de hacer azúcar y la de los mandadores. El hecho de que trabajaran en zonas menos propensas al peligro no descarta que pudieran estar enfermos, aunque no por lesiones en el trabajo. Tal es el caso del maestro de azúcar de este ingenio, enfermo de bubas. Otras labores que debemos destacar eran las desarrolladas fuera del ingenio, o, por lo menos, fuera de las áreas productivas. Nos referimos a las que hacían los sastres, los rezadores, carniceros, etc. Estas funciones eran de gran importancia para la comunidad. Solían ejercerlas esclavos que, o bien eran muy viejos o habían sufrido algún percance que los imposibilitaba para trabajar en las áreas productivas. Los accidentes más frecuentes hallados en este ingenio se han registrado entre los carreteros. Seis de los trece esclavos dedicados a esta labor sufrieron algún percance. Por otro lado los herreros, caldereros, vaqueros

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