Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 531 contra España, pues la necesidad de tener con qué vivir obligó a los hispano- americanos a traer por otras vías aquello que les era imposible o muy caro comerciar por las vías legales. De ahí que el obvio resultado fue el contraban- do, que no solo mermó los ingresos fiscales, sino que estableció nexos y rela- ciones entre los indianos y nacionales de otras potencias europeas, muchas de las cuales profesaban el protestantismo, fenómeno que generó otro problema a la católica España. C onflictos entre las instancias de poder Ya se ha visto más arriba cuán frecuentes fueron las diferencias y los con- flictos entre el gobernador y la Real Audiencia. También los hubo entre esos órganos y los municipios y otras instancias de poder en las Indias españolas. La profusión de reglamentaciones fue uno de los elementos que produjo esos enfrentamientos, los cuales a menudo no eran claros y hasta resultaban contradictorios. Muchos de ellos tuvieron que ser resueltos en España, dado lo difícil de resolverlos en el lugar donde ocurrieron, por las rivalidades ya mencionadas. Además, dada la intención expresa de la monarquía española de mante- ner un balance entre las instancias locales de poder, de modo que no hubiera excesos o instituciones autónomas, convenía, por decirlo así a la Corona, que se produjeran esos enfrentamientos frecuentes, a fin de que ninguno de los organismos estatales predominara sobre los demás y así mantuviera el Rey su dominio y última palabra. Los abundantes conflictos entre el gobernador y los oidores de la Real Audiencia se producían no solo por discusiones en relación a las atribu- ciones de cada uno de ellos, sino por rivalidades y diferencias de criterio. En 1542 el gobernador Fuenmayor tuvo problemas con el oidor Vadillo, quien pretendía que se le diera su sueldo como tal, además del que le tocaba al ir a Cartagena como gobernador. Ante la queja del gobernador, el Rey dispuso que no podía tener los dos y le quitó el sueldo de oidor. 18 Otro ejemplo ocurrió en 1606, cuando la Corona autorizó al gobernador Osorio a proceder a las Devastaciones de las ciudades de la Banda Norte; dos de los oidores de la Real Audiencia de Santo Domingo se opusieron, en defensa de los pobladores que iban a ser desplazados. Ese conflicto llegó al Rey, quien entendió que la posición de esos oidores (Gonzalo Mejía de Villalobos

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