Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
La Iglesia y las manifestaciones religiosas 550 extracta la primera parte de la Bula de Donación, su segunda parte, pone casi literalmente énfasis en los derechos que tenían los reyes de Portugal. Al día siguiente, el 4 de mayo de 1493, fue acuñada y remitida una tercera bula , la cual copia casi con exactitud la primera parte de la primera Inter Cetera y establece una línea de demarcación a cien leguas norte-sur al oeste de las islas Azores y Cabo Verde. 5 Esta es la más completa en cuanto a la donación y partición de tierras de las Indias, aunque omite los privilegios. 6 La Dudum Siquidem fue dada el 26 de septiembre del mismo año. En esta el papa Alejandro vi concedía a los reyes de Castilla las tierras descubiertas al este, sur y oeste de las Indias, con la salvedad, al igual que la anterior, de que no estuvieran ocupadas por otros príncipes cristianos. La segunda Inter Caetera, la del 4 de mayo, dejaba imprecisa la demarcación en las partes de las Indias. Es la bula de ampliación de dominios de Indias. Por último, la Piis Fidelium, despachada el 25 de junio de 1493, otorgaba a Fray Bernardo de Boil y a los religiosos que pasaron con este a las Indias facultades espirituales de carácter extraordinario. 7 Da la impresión de que estas bulas fueron pedidas por los reyes españoles con una prisa poco habitual, seguramente para adelantar los documentos a la llegada de Cristóbal Colón después de su primer viaje. 8 Este dato es importante, pues denota que desde muy temprano se buscaba limitar los poderes que le habían sido otorgados al Almirante en las famosas capitulaciones santafesinas. Sobre estas Letras Apostólicas, como las llama Manuel Giménez Fernández 9 , se deben destacar algunas cuestiones importantes. En primer lugar, si bien la Santa Sede otorgaba y hacía donación a los reyes castellanos de las nuevas tierras descubiertas, dejaba bien claro y ponía como condición que debían ser evangelizadas bajo el signo de la fe católica. Sin lugar a dudas, el proyecto evangelizador estuvo presente en todos los documentos pontificales. Incluso la misma Corona entendía el tema como una cuestión de Estado, pues le servía como instrumento ideológico de enorme trascendencia para sus intereses. Si por un lado la Santa Sede tenía sus inquietudes y pretensiones en cuanto a tener una presencia en el Nuevo Mundo por ser la encargada de difundir el catolicismo, el Estado tenía sus intereses políticos y económicos, sobre todo en lo relacionado a las negociaciones que se habían efectuado en Granada en el año de 1492 entre los monarcas y Cristóbal Colón. Algunos historiadores han llegado a plantearse la posibilidad de que se tratara de una argucia por parte de los reyes para restarle parte de los poderes otorgados al almirante Cristóbal Colón en las Capitulaciones de Santa Fe. 10 Es importante reflexionar en torno a esta idea, sobre todo después de los enfrentamientos entre Colón y el vicario apostólico Fray Bernardo de Boil.
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