Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

La Iglesia y las manifestaciones religiosas 558 el fraile iba a desdecir su sermón anterior. Como era de suponer, esta vez no hubo convocatoria, pues toda la ciudad estaba en la iglesia para escuchar la nueva reprimenda. La sorpresa no fue menor al oír de nuevo al fraile arremeter con más dureza y aportando nuevos argumentos con pruebas irrefutables en torno a lo que había predicado. Además, en respuesta a las amenazas de los encomenderos, los frailes dominicos reaccionaron de forma drástica negando la comunión a quienes oprimían tiránicamente a los indígenas. 31 Es evidente que los sermones de Fray Antonio Montesino sirvieron de alarma ante los responsables de aplicar la política colonizadora. En cierta medida, este evento alteró de manera radical las buenas relaciones que hasta entonces había entre Iglesia y Estado. 32 Sin lugar a dudas estas fueron las primeras manifestaciones de repulsa expresadas por un colectivo religioso en el Nuevo Mundo. La importancia histórica del Sermón de Montesino radica en que no solo puso demanifiesto las contradicciones existentes entre el proyecto colonizador y la evangelización, sino que además, cuestionaba la autoridad de la Corona y ponía en duda los títulos de donación concedidos por Alejandro VI. 33 A raíz de este hecho, y como era de esperar, los frailes de la orden mendicante fueron reprimidos, primero por las autoridades de la colonia, en cuya cabeza se encontraban su gobernador Diego Colón y el tesorero Miguel de Pasamonte. El mismo rey Fernando amenazó a los miembros de la orden con expulsarlos de la isla si seguían con su beligerancia. Se ha localizado un documento que refleja la soberbia del viejo monarca. Mediante una carta enviada a Diego Colón y a los jueces y oficiales de la Española en relación con los sermones del fraile dominico, el rey les dice que: El sermón que dice que hizo un fraile dominico que se llama Fray Antonio Montesino aunque él siempre tuvo por costumbre de pre- dicar escandalosamente me he mucho maravillado en gran manera decir lo que dijo, porque al decirlo, ningún buen fundamento de teología ni sermones ni leyes tenía, según dicen todos los letrados, y yo lo creo. […] Visto que no estaba solo en el dicho error, el que lo predijo, más aún otros frailes dominicos que en la isla residen, todos los del Consejo fueron de voto y que debían enviarlos a mandar que los metiesen en un navío y los enviaran a todos ellos y a los enviarles acá a su imperio para dar la razón que les movió a hacer cosas de tan grande novedad y tan sin fundamento y ellos castigasen muy bien cómo era razón. […] Y aún por no alcanzar tanto en la sagrada escritura como sería razón y que luego que fueran avisados por él

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