Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Resistencia a las relaciones de dominación 572 P rimeros conatos de rebelión Las descripciones contenidas en las historias por los cronistas Gonzalo Fernández de Oviedo y Bartolomé de las Casas constituyen la muestra más elocuente de las duras condiciones de vida impuestas por los colonizadores españoles a la población indígena de Santo Domingo. La represión provocó que entre los aborígenes se creara una cultura de guerra, inexistente hasta entonces. Los pacíficos pobladores nativos se convirtieron en ágiles y peligrosos combatientes. La insurgencia de mayor envergadura fue la que lideró el cacique Enriquillo en 1519, que desarrolló tácticas y estrategias de guerra eficientes y originales. Esta fue la primera resistencia contra la que tuvieron que luchar los colonizadores españoles en el Nuevo Mundo, a la cual le seguirían otras más violentas durante todo el proceso colonizador. Sin embargo, como veremos, los cambios más importantes en términos sociales e históricos se dieron a partir de la entrada masiva de esclavos africanos. Esto supuso un cambio cultural influido por las experiencias, tácticas y estrategias creadas por los aborígenes. A partir de entonces se va a producir un afianzamiento de las luchas sociales que fortalecerá la cultura de la resistencia. Pero entre los oprimidos no se produjo una unidad de acción conjunta, hecho que dificultó la quiebra de la clase dominante en su conjunto o, al menos, no ayudó a prolongar la crisis del sistema. La ausencia de una acción conjunta entre la clase subalterna unida a la virulencia con que fueron reprimidas las revueltas neutralizaron la capacidad de acción de los insurgentes hasta quedar prácticamente eliminados como agentes del cambio social. La poca racionalidad de los colonizadores y la escasa visión económica con que actuaban les impidieron advertir que el derrumbe de la población nativa los iba a obligar, como de hecho sucedió, a buscar nuevas alternativas económicas para disponer de una fuerza productiva capaz de impulsar un nuevo modelo para transformar la maltrecha y casi inexistente economía. Ante esta realidad, los colonos se vieron forzados a introducir grandes cantidades de esclavos africanos para hacer frente a las demandas que exigía una economía que serviría como sostén al proceso colonizador. Los primeros esclavos comenzaron a llegar a Santo Domingo desde los inicios del proceso colonizador. A pesar de que las partidas de esclavos eran ladinos, aculturados y cristianizados en Castilla, 4 desde el inicio se produjeron huidas temporales a los montes, por lo que el mismo Frey Nicolás de Ovando pidió a los monarcas españoles que suspendieran el tráfico de esclavos para la isla, 5 por el temor a que hicieran causa común
RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3