Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historiografía dominicana 58 la primera mitad del siglo xix , para que se pudiera percibir la modesta génesis de una corriente de producción historiográfica y para que la misma se conecta- se con mecanismos de desarrollo de la identidad nacional. Solo entonces comienza a encontrarse cierta consonancia entre la afirma- ción del proyecto nacional por la autodeterminación y la consolidación de una historiografía propia. Fue en función de la maduración de circunstancias ma- teriales y culturales que pudo ir surgiendo en las últimas décadas del siglo xix la historiografía relativa al devenir del pueblo dominicano. De manera asaz relevante, en ese contexto tal novedad se inscribió en los procesos de confor- mación de la nación. Cierto que, en una sociedad atrasada, la producción cultural formal no tuvo efectos similares a los de países centrales, pero no menos cierto es que, en el accionar de los núcleos urbanos dotados de niveles educativos, la con- formación de nociones sobre la génesis y la trayectoria del colectivo a la larga desempeñó un papel de importancia en la consolidación del hecho nacional. Tal innovación en la práctica giró alrededor de los debates llevados a cabo entre los sectores medios y superiores acerca de la viabilidad de la autode- terminación. Por supuesto, forjar nociones acerca de la historicidad local no dependió de manera exclusiva de textos historiográficos, sino de las condicio- nes para que emergiera una atención a la existencia del colectivo, seguida de la búsqueda de su decurso en el tiempo y de la definición de nociones acerca de sus rasgos constitutivos. No obstante la dimensión minúscula de la capa de intelectuales y letrados, tales mecanismos cobraron un peso inusitado dentro de los ámbitos urbanos, al grado de horizontes culturales que alcanzaron el efecto de tornarse parte de mentalidades colectivas. El enfoque de este capítulo está concebido para entrar en sintonía con los objetivos de la Historia general del pueblo dominicano . Como principal recurso metódico, efectúa las conexiones de los discursos históricos con la evolución de la colectividad. Desde sus antecedentes, como se discurrirá abajo, la his- toriografía nacional se ha constituido en torno a la pregunta acerca de la sus- tancia del ser de los dominicanos. Se desprende que el hilo conductor crucial del recorrido radica en la contribución de la historiografía a la intelección del colectivo. El desarrollo de las exposiciones acerca de la historia del país queda imbricado con el de los cambios acaecidos en la vertiente «objetiva» y global de la historicidad, así como en la intelección subjetiva de su condición por parte de sectores de la población, en especial los urbanos cultos. En función de lo anterior, las exposiciones de los historiadores se clasifi- carán de acuerdo a los tiempos históricos en los cuales sus narraciones e in- terpretaciones encuentran sentido macro-social; esto es, se procura encontrar

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