Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 585 en una zona de conflicto. Fueron las rebeliones indígenas las que alertaron del peligro que suponía para la isla la falta de un ejército organizado. La experiencia de la guerra del Baoruco obligó a reformular la táctica de los mandos militares cambiando el ejército tradicional por capitanías mixtas compuestas por indios, negros y blancos. L os cimarrones negros y las luchas de liberación Durante la década de los años treinta del siglo xvi , fecha en que se firmó el tratado de paz entre Enriquillo y el enviado de la Corona, las rebeliones de esclavos negros tuvieron poca repercusión en la sociedad. Parece que las autoridades locales estaban preocupadas por denunciar y perseguir las acciones del cacique del Baoruco, lo que explicaría las escasas informaciones sobre rebeliones de negros durante este decenio. Por otro lado, a pesar del gran número de esclavos africanos alzados en la manigua, no hubo movimientos organizados por la falta de líderes que encabezaran revueltas importantes. Entre las escasas noticias que aparecen sobre los alzamientos, destacan las acciones de un esclavo del ingenio del Almirante que mató de un palo en la cabeza a uno de sus mayordomos. Al parecer, el responsable del delito huyó a los montes sin que las autoridades mostraran interés en perseguirlo. En esta ocasión se pidió prudencia en el castigo, pues temían que ello pudiera alterar más al resto de esclavos. Aparte de este episodio, son muy pocas las noticias que dan cuenta de la actitud belicosa de los negros. Durante la década de 1540 el licenciado Alonso López de Cerrato, presidente de la Audiencia, creyó pertinente vigilar más de cerca a los negros huidos a las montañas. Todavía no se habla de rebeldes, sino de negros alzados. Estas capitanías eran una reproducción de las famosas cuadrillas creadas por el arzobispo Fuenleal a inicios de 1530, que tenían como principal objetivo perseguir a los indígenas. 37 El impacto que tuvieron las rebeliones de los cimarrones negros en la economía isleña fue mayor que el costo total de la guerra contra el cacique del Baoruco. A los recursos invertidos para la pacificación de la colonia había que añadir el costo social y la inseguridad que las rebeliones producían en la población. En una carta enviada a Su Majestad, el licenciado Cerrato decía, entre otras cosas, que era tanta la cantidad de negros alzados:

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3