Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 593 que anduvieron en las montañas y con quien se gastarían más recursos para su captura. De Lemba se llegó a decir que era «demasiadamente diestro y muy entendido en las cosas de la guerra y a quien todos obedecían y temían». 58 La eliminación física de los principales cabecillas de las rebeliones no supuso la quiebra del movimiento rebelde. A finales de la década de 1540 se llegó a calcular que en la isla había más de 1,500 alzados, esparcidos por toda la geografía, desde Puerto Plata, Santiago, La Vega, hasta San Juan de la Maguana, Neiba, incluso por los alrededores de la misma ciudad de Santo Domingo. En 1559 fueron denunciados los daños causados por una cuadrilla de cimarrones que operaban en San Juan de la Maguana, los cuales quemaron algunos ingenios de aquella zona. 60 Una prueba de que las cimarronadas no habían terminado, a pesar de las noticias de algunos sectores ligados a la clase dirigente de la colonia, fue el alzamiento de otro de los capitanes del Baoruco. En esta ocasión se trató del caudillo Juan Vaquero, quien en 1563 atacó propiedades en los alrededores de Santo Domingo. Durante la década de 1580 se produjo un cambio en la estrategia de los cimarrones.Motivadosporelaugedel comercioilegal, los insurrectos trasladaron su centro de operación a los lugares costeros de la isla, por ser espacios más seguros y donde podían obtener mejores resultados económicos. 61 La quiebra de la economía azucarera y la baja densidad demográfica de la colonia fueron factores que impulsaron este comportamiento. Según el licenciado Clemente Grajeda de Guzmán, alcaide de la fortaleza de Santo Domingo, en la isla quedaban «seis o siete pueblos pajizos, con sola esta ciudad de quinientas casas y más, casi muchas de ellas y despobladas donde entre señores y criados en pueblo y haciendas de blancos, mestizos, mulatos, apenas repartidos habrá dos mil hombres y muchos de ellos sin armas». Sobre los alzados decía el alcaide que «estos se alzan y los hay a donde han hecho algunas veces muchos daños. Y hoy hay en la isla más de veinticinco mil negros, que si estos se alzasen con los otros sería gran daño y pérdida para toda esta isla». 62 La vida de la colonia se hacía más compleja por la síntesis que provocaba la mezcla racial y la definición del criollo en la composición social dominicana, que produjo un efecto pacificador y contrainsurgente. Aunque los cimarrones fueron una constante durante todo el periodo colonial, no tuvieron mayor incidencia en la sociedad. Esto se puede explicar por la nueva composición social de la isla, donde el elemento criollo, sobre todo el elevado número de esclavos nacidos en el territorio dominicano, era determinante. Según algunas fuentes de la época, a inicios de 1589 en la isla solo quedaban 500 negros cimarrones. En menos de 50 años la población esclava se había incrementado más del 60%. 63

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3