Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I

Historia general del pueblo dominicano 605 a vender sus azúcares en la Península, salvo raras excepciones, durante las cuales cambiaba algunas partidas por ropas y otras cosas necesarias para el sustento de los trabajadores de sus plantaciones. 13 Los sevillanos recurrieron a todos los medios para anular cualquier inicia- tiva represiva del Cabildo de la ciudad. Por su parte, la Corona, posiblemente presionada por sectores peninsulares y haciendo uso de sus prerrogativas, en un momento dado decidió romper con el monopolio comercial de los se- villanos, abriendo los espacios a otras regiones de España; en primer lugar permitió que los navíos pudieran salir para las Indias desde Galicia sin tener que pasar por Sevilla. 14 A cambio tuvo que ceder a la petición hecha por los mercaderes de Triana de nombrar una persona en Cádiz para que supervisara los productos que eran embarcados para el Nuevo Mundo. Las noticias sobre el comercio antillano atrajeron a numerosos corsarios y piratas, cuyas incursiones en la zona del Caribe se hicieron cada vez más frecuen- tes. La inseguridad marítima obligó a la Corona a extremar las medidas de se- guridad, al igual que lo hicieron los comerciantes castellanos. Para evitar asaltos decidieron crear un sistema de navegación que consistía en enviar los navíos en «conserva», o sea convoyes de más de 20 barcos juntos para evitar ser atacados. 16 Es probable que la Corona quisiera bajar la presión entre las partes en- frentadas. Ello explica las baterías de medidas tomadas para tratar de abrir el comercio del mundo atlántico. Además de las ya señaladas, se dictaron orde- nanzas para que también se pudiera comercializar libremente con Canarias. 17 Estos navíos se mantuvieron viajando a Santo Domingo hasta 1548. A partir de esa fecha los sectores más influyentes de Sevilla presionaron a las autori- dades de Castilla para que de nuevo regularan la navegación. En ese mismo año se prohibió que los barcos canarios con menos de 80 toneladas pudieran pasar a las Indias. Es de suponer que esta prohibición le hizo mucho daño a la economía de Santo Domingo, pues estos barcos traían una cantidad apreciable de mercade- rías. 18 A esto se refieren los oidores de la Real Audiencia cuando decían: La principal causa de sustentación de esta tierra está en el trato de ella así en la entrada como en la salida y si se le quita la venida a ella de las carabelas de las islas canarias y del Condado a navíos peque- ños de cien toneles como dice que han intentado de hacer a petición de los mercaderes de Triana se recibirá en extremo mucho daño y faltarían las más veces las provisiones de pan y vino y otras cosas que de aquellas partes les traen y no traigan navíos en que llevar los azúcares y cueros. 19

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