Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
El contrabando y la decadencia de las relaciones de producción esclavistas 610 principales hombres de negocios incautaron la buena moneda o la sacaron de la isla para forzar a los productores a cambiar sus granjerías por las mercaderías que llevaban los sevillanos. Esto provocó un intercambio más desfavorable que dejó grandes beneficios a los dueños de embarcaciones. Los colonos se vieron abocados a buscar alternativas para dar salida a sus productos. La actividad más rentable sería el contrabando, que ya se desarrollaba en el norte y en el que participaba toda la población incluyendo a las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas. Según decían, era la única manera de mantener la isla abastecida de todo lo necesario para la subsistencia. E l contrabando y la política comercial A partir de 1570 la Corona, en coordinación con los miembros de la Audiencia, diseñó una nueva política de repoblación. Aparentemente res- pondía a la necesidad de reubicar las poblaciones de algunos lugares que habían quedado abandonados durante el proceso expansivo. Sin embargo, a la luz de los hechos se trataba de una operación que tenía como princi- pal propósito reconcentrar estas poblaciones en lugares menos proclives al contrabando. La impunidad con que operaban los habitantes de la banda norte fue uno de los argumentos utilizados para desplazar mucho tiempo después a los poblados de esos lugares y reubicarlos en los alrededores de la ciudad de Santo Domingo. Precisamente por esa razón y porque la burocracia oficial no tenía el control de lo que se hacía en los parajes antes mencionados se insistió en despoblarlos. Ante la incapacidad para hacer frente a tal situación, algunos miembros de la Audiencia hicieron propuestas para impedir el afianzamiento del tráfico ilegal de mercancías. Es muy probable que no todos los oidores estuvieran de acuerdo con aplicar medidas radicales contra los rescates, ya que muchos funcionarios se beneficiaban directamente de este tipo de comercio. La incapacidad de las autoridades locales para impedir el trato con ex- tranjeros motivó la intervención de la Corona. En 1573 y debido a las peti- ciones formuladas por algunos funcionarios, se planteó iniciar una política de reconcentración de los lugares ubicados en la parte oriental de la isla. En este sentido, Felipe II envió una Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia diciéndoles que:
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