Historia General del Pueblo Dominicano Tomo I
Historia general del pueblo dominicano 643 quedando la ciudad claramente estructurada con su fachada al río Ozama donde se inician sus murallas con dos puertas (San Diego y de la Atarazana) con su camino de ronda. Las obras de infraestructura urbana asumen su rol complementario ini- ciándose con un sistema de drenaje pluvial con sus alcantarillas-túneles ubi- cadas en lugares estratégicos. Así mismo el agua de uso público, cuyo sistema estaba organizado en las tres vertientes tradicionales: un acueducto trazado desde San Francisco, donde se instaló una noria que canalizaba el preciado líquido por tuberías hasta la Plaza Mayor, que fueron descubiertas por el Ing. Ramón Báez López-Penha hacia 1980 y que llegaban hasta una fuente pública. Aprovechando un manantial (de la ribera occidental) de agua pura y cristalina, se construyó una cisterna para servir las naves que atracaban en el puerto. Abundaban los aljibes que recogían agua de lluvia y que todavía se conservan en muchas casas donde se potabilizaba con fuego (hirviéndola) o sometiéndola a un proceso de filtración. En la Concepción de La Vega llegó a configurarse un asentamiento de cierta importancia, pero al abandonar el sitio original, como casi todas las otras pobla- ciones creadas en el período colonial, dicho lugar fue olvidado y en el espacio dejado vacante creció la ciudad que hoy conocemos. Podría decirse que una buena parte de las villas fundadas por Ovando desaparecieron. La cartografía de finales del siglo xvi al siglo xviii recoge este proceso de transformación. El mismo queda acentuado al acercarse el siglo xix cuando se fundan numerosas poblaciones en la zona fronteriza entre la colonia española y la francesa. La planificación urbana tiene por misión asumir un conjunto de decisio- nes que permitan crear una solución óptima para orientar la ocupación del territorio urbanizado, usar de ese espacio, equilibrar la geometría vial y el transporte que en aquellos tiempos era peatonal o en bestias de herradura, crear y armonizar densidades de ocupación y el paisaje urbano definiendo zonas verdes y parques, para lo cual es útil metabolizar los recursos naturales, la topografía y el medio ambiente. Las villas coloniales partían de un sitio cen- tralizado, que la tradición denominaba «plaza mayor», con un fuerte carácter castrense, por lo que llegó a conocerse como «plaza de armas», lugar donde se concentraban la imagen física de los poderes públicos: catedral (religioso); Cabildo municipal (gobierno local); Casas Reales (gobierno central e impe- rial); cárcel real con poste de castigo o picota (justicia aplicada). En el caso de Santo Domingo, la Casa de la Real Audiencia (tribunal de apelaciones con carácter continental o regional) y la Chancillería, así como el palacio del Gobernador y Capitán General fue localizado, recién fundada la ciudad, en la encrucijada de una cañada marcada por un declive pronunciado
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